Royale with cheese
Por Juana Mezcales:
La primera vez que vi Pulp Fiction no entendía qué estaba pasando, ya que era impredecible lo que pasaría, porque todos los personajes estaban metidos en situaciones particulares, pero a la vez todos se conjunta; Honey Bunny y Pumpking discuten sobre robar un banco, en el clásico diner americano, pero cambian de idea al último minuto y deciden robar el restaurante. Desde el inicio es hipnotizante, te atrapa la tipografía en amarillo, con fondo negro y Misirlou – Dick Dale and his Del-Tones como la mejor canción para prepararte para lo que seguirá: esos diálogos largos, cotidianos, pero profundos, el manejo de la música que envuelve la escena y a la vez tiene que ver con las acciones del personaje, el humor negro, la violencia del día a día, las escenas simétricas y demás elementos que sería muy tardado enumerar por la complejidad y a su vez simpleza en la que fue ejecutado cada cuadro, sin hablar del presupuesto que tenía la película y la no fe de Hollywood en algo que era menospreciado por ser alternativo.
Cuando escuchas ese acorde de guitarra, seguido de un “Girl, you’ll be a woman soon…” de Urge Overkill, enseguida recuerdas esa escena, ¿o no?, en donde Mia Wallace tiene un abrigo enorme, un look de cabello negro, corte bob, con un cigarrillo en la mano, bailando de una forma sin igual; mientras que Vincent Vega está en el baño hablándose a sí mismo al espejo, sobre la tarea que tiene que hacer, antes del baile tan emblemático que ha trascendido hasta estas fechas.
Jules Winnfield está con su traje negro y look de cabello negro afro, después de haber probado la Big Kahuna Burger, en búsqueda de ese maletín misterioso, con un arma en la mano, abriendo con la frase “You read the Bible, Ringo?”, para recitar ese pasaje de Ezequiel 25:17, que bueno, en realidad no existe. Todo esto fue seguido de una rafaga de disparos por todo el departamento, matando a todos excepto uno.
En varios sitios de internet, se cree que Vincent y Mia ganaron el concurso de baile con You never can’t tell de Chuck Berry en Jack Rabbit Slim, pero al final de la película, cuando Butch Coolidge regresa al motel, quien obsesionado por el recuerdo de su padre y tener el único objeto, que es “el reloj de oro” porque acompañó a su padre en la guerra, se puede escuchar en la radio una noticia, en la que se menciona que el trofeo fue robado. Para ser sinceros, yo nunca he encontrado esa parte del anuncio en la radio.
Creo que ninguno de ellos pensó que serían parte de algo tan grande que quedaría en la historia, ya que nadie apostaba por esta película, sólo sabían que era el capricho de Quentin a sus 31 años por querer que creyeran en él, sin cambiar ni un signo de puntuación del guión. Incluso fue a rogarles varias veces y a leer el guión completo por telefóno, como fue el caso de Uma, que se negaba a trabajar con él, hasta que la convenció en esa llamada larguísima, para que dijera que sí.
Rompió así el récord de recaudación para el cine independiente en 1994: 200 millones de dólares frente a 8 de presupuesto; tuvo siete nominaciones al Oscar, ganando mejor guión. Ah si, y ganó una Palma de Oro en el Festival de Cannes a en su edición No. 47. Esta película, que sin dudas fue un parteaguas en la cultura pop, fue un antes y un después en la industria cinematográfica, abriendo las puertas a directores como Wes Anderson, Sofia Coppola, David Fincher, Danny Boyle, por nombrar algunos.
Por todo esto Pulp Fiction es considerada una película de culto, rompiendo las reglas del cine comercial, es decir la trama que va de un punto A a un punto B, lo que se traducía en que el público estaba listo para exigir un cine distinto. A partir de esta cinta surge el término «director de autor»; en ella demostró esa voz propia y experimentar con libertad creativa, alcanzando las más altas expectativas de Hollywood, que son las monetarias.
Por otro lado, hablar sobre la música de películas de Tarantino es hablar de un gusto un poco extraño por separado, pero cuando se escuchan en conjunción con la escena ya tienen completo sentido. La cadencia y energía del surf, la peculiaridad del blues, los tintes de rockabilly, rock & roll clásico, western (no confundamos con country) y hasta flamenco en algunas ocasiones, crean una mezcla casi perfecta con la decadencia y violencia real que se muestra en pantalla.
Esto no solo se demuestra en Pulp Fiction, sino también a lo largo de su filmografía, que se tiene este valor agregado, que es muy peculiar en sus películas. Existe una lista en Spotify que se llama Quentin Tarantino – Music From The Movies, para que disfrutes de lo que menciono, incluyendo Once Upon a Time in Hollywood, su más reciente película.