Platon Antoniou: Miradas que reflejan el alma.
Por Leto Gómez.
El retrato ha existido desde siempre en la historia de la humanidad; antes de que se inventara la cámara se hacía a través de la pintura o la escultura. Se entiende por retrato la descripción de la figura o carácter de una persona, es decir, de sus cualidades físicas o morales, predominando la cara y su expresión, éste pretende mostrar la semejanza, personalidad e incluso su estado de ánimo.
Los retratos cumplen diferentes funciones; por un lado está retrato de los dirigentes, en la política son símbolos del Estado, convirtiéndose en figuras públicas a través de sus campañas que se lanzan en un tiempo determinado, siendo una estrategia publicitaria muy común y utilizada a nivel mundial. Por otro lado tenemos el retrato de la voluntad de perpetuar el recuerdo de una persona y de crear una imagen histórica de la misma.
Los artistas siempre han hecho retratos de gente poderosa durante siglos, pero Platon Antoniesou es un fotógrafo greco-británico que lo lleva a otro nivel. Su trabajo se enfoca en retratar principalmente a líderes mundiales, figuras públicas y personas comunes; para él lo más importante es mostrar una historia y un mensaje, combinando tres aspectos: sentimiento, conexión y simplicidad gráfica.
“Antes de una toma fotográfica, no estoy pensando en cómo conseguir una buena foto, sino en lo que puedo aprender de esa persona siempre”, comentó en una entrevista del documental Abstract.
Su trabajo no sólo se caracteriza por fotografiar “en su mayoría” a gente importante del mundo de las últimas dos décadas, sino por su iluminación, el ritmo del mismo rostro, la estética, el uso del blanco y negro, al cual enfatiza con el alto contraste, al igual que captura la simplicidad de la cabeza y los hombros; sus obras también tienen que ver con cómo posiciona la cámara, a veces toma la foto desde abajo o de manera frontal o cambia su ángulo y lo enfoca desde las manos; pero sobre todo se distingue en captar miradas exageradas y a la vez inigualables, fotografiando el alma de la persona atrapándote a ti como espectador y atrayéndote a la misma mirada de su trabajo artístico. Platon respeta siempre la forma, los espacios de positivos y negativos, estudiando de una forma precisa la comprensión y la expansión del entorno.
En la misma entrevista dijo, “que te tomen un retrato es una colaboración o un baile o una batalla, dependiendo cómo me siento ese día y también cómo se siente el sujeto, clic. Con Chavéz tuve 30 segundos y conseguí un cuadro perfecto, me dio su personalidad en bandeja y él lo sabía, se levantó, se dio la vuelta, elevó su puño en el aire como un saludo de poder y gritó “¡Platon!”, fue un momento muy extraordinario”.
Te preguntarás cuál es su método para que ciertos personajes entren en confianza con él de forma rápida: empieza por una conversación espontánea, pero al mismo tiempo va estudiando a la persona,
“ahí estoy enfrente de Putin, preguntado por los Beatles, no sé si me voy a meter en líos o no, pero tienes que acercarte a Putin porque nadie se acerca a él”.
Lo maravilloso de este gran fotógrafo es que todo lo simplifica, trabaja con la misma luz, misma película, misma toma a través de su mismo equipo de iluminación, misma cámara, todo es lo mismo, pero siempre permite que el mensaje cambie, aunque su obra pueda estar conformada de muchos encuentros breves con extraordinarios personajes de nuestros tiempos, puede ser que en un día fotografíe al presidente de los Estados Unidos y al día siguiente podría ser a un inmigrante, pero él siempre busca cierta dignidad para los dos y al mismo tiempo poder transmitirlo por su mirada.
“Necesito estar cerca de la persona y necesito sentir lo que siente, es un proceso muy doloroso y toda una experiencia, lo aprendí siendo inmigrante”.
Muchos pueden pensar que su obra se vuelve un tanto repetitiva, ya que mantiene casi siempre el mismo esquema, pero eso en realidad es su sello, saca su esencia de una manera fácil y sencilla. Sus imágenes proyectan a los personajes por encima de la fotografía misma. Puedes observar sus obras y sabes perfectamente qué son de él.