I’ve never been an extrovert, but I’m still breathing
Por Juana Mezcales:
Con ya más de 20 años de carrera Placebo, la banda de rock alternativo a través de una publicación en Twitter anunció que grabarán nuevo material bajo el sello discográfico SO.
Aprovechando la noticia, creo que es buena oportunidad para hablar un poco de ellos y desempolvar su primer álbum.
Placebo fue formada en Inglaterra en el lejano 1994, cuando Brian Molko y Stefan Olsdal se encontraron en el metro de Londres e intercambiaron números y gustos musicales, esto a pesar de que ambos estudiaron juntos en la misma escuela en Luxemburgo, y jamás se hubiesen dirigido la palabra.
Ya decididos a formar una banda, Molko contactó a Steve Hewitt, con quien ya tenía una amistad, para ocuparse de la batería. Hewitt estaba muy entusiasmado con el proyecto, pero el problema era que también estaba colaborando con Breed, por lo que alternaba percusiones con el baterista Robert Schultzberg, el cual aparece como colaborador completo en los créditos del primer álbum homónimo.
Placebo iba a nombrarse Ashtray Hearts, de lo cual después hicieron una mención en el álbum Battle for the Sun, pero Molko creyó que aquel nombre haría mejor química con el sonido de la banda, la cual generalizaron como rock alternativo, pero cuenta con influencias marcadas de David Bowie, T-Rex, New Order y hasta un poco de The Cure, incluyendo el look Glam, andrógino y un poco obscuro de los anteriormente mencionados.
Este álbum homónimo está plagado de todo este tipo de influencias, más el sonido crudo y propio que le quisieron imprimir de una forma casi personal. Son letras plagadas de referencias que no muchos han entendido a lo largo de los años debido a que son experiencias personales de los miembros de la banda, o situaciones en los que cualquier adolescente ha estado en este punto tan vital y al mismo tiempo infravalorado; letras que pueden ser interpretadas de diversas formas, como es el caso de 36 degrees, que para algunos es el himno de los rechazados y exiliados sociales, y para otros no es más que un menú de las vivencias de Molko, así como Lady of the Flowers, que puede ser una lista de todas las perversiones que Molko vivió con sus amigos o al mismo tiempo y no en sentido opuesto, la declaración de una ansiedad que nadie puede comprender, como puede ser el caso de muchos.
Hay mucha gente que fue marcada por este álbum, ya que sus letras no se preocupan de animarte, pero tampoco de hundirte más en tus pensamientos y sentimientos, sino que más bien te apoyan para que aceptes lo que estás sintiendo, le dan una voz a lo que nos cuesta trabajo expresar.
Cabe señalar que este álbum es un poco difícil de escuchar, ya que abusan hasta cierto punto de esa crudeza y de la forma tan directa de reconocer y abordar los problemas y las situaciones con las que te puedas llegar a identificar.
Después de este lanzamiento vino el éxito, ya que fueron Teloneros de U2 en su gira europea Popmart, y fueron parte del festejo de los 50 años de David Bowie en el Madison Square Garden, quien luego también grabaría con ellos Without You I’m Nothing y cantará a su lado 20th Century Boy de T-Rex en los Brit Awards. También fue marcado el regreso de Steve Hewitt como baterista de fijo con la banda.
Molko en más de una ocasión ha declarado que se siente avergonzado de este álbum y de la forma en que lo escribió, argumentando que estaba en una época muy oscura de su vida, pero gracias a eso la banda se ha ganado un lugar en la escena del Brit rock, y por qué no, en más de un corazón de un joven que lo único que quería era que lo comprendieran.