“Lo esencial es invisible a los ojos”
Por Félix Barquera:
La vida es un ir y venir de las cosas, donde nada es eterno, ni siquiera ella misma, y nosotros tenemos la fortuna de poder estar en ella. El tiempo pone su parte, al igual que el espacio, pero los humanos hemos sido bendecidos de poder crear vida incluso en lo inerte, y a eso es lo que llamamos arte.
Naturalmente hay mucha variación en lo que se puede calificar con esta palabra, pero todos, o la mayoría, podemos concordar en las llamadas bellas artes: arquitectura, danza, escultura, literatura, música y pintura.
La variedad de significados que tiene esta palabra responde a lo subjetivo propiamente del ser humano, pues generalmente se entiende por arte “cualquier actividad o producto realizado con una finalidad estética y también comunicativa, mediante la cual se expresan ideas, emociones y, en general, una visión del mundo, a través de diversos recursos, como los plásticos, lingüísticos, sonoros, corporales y mixtos”.[1] Si la finalidad es expresar el sentir humano, ¿qué más subjetivo hay que el mismo humano?
Uno de los usos más común de esta palabra actualmente no tiene nada que ver con una finalidad estética ni con medios ‘plásticos, lingüísticos, sonoros, corporales y mixtos’, sino con una concepción antigua que dice que el arte tiene que ver con nada más que la destreza.
Del griego antiguo tenemos una raíz que nos acerca a esta concepción: aquella que viene de la palabra τέχνη y que se encuentra en palabras como ‘técnica’, ‘tecnología’ y ‘tecnicismo’. Τέχνη significa ‘capacidad’, ‘habilidad manual’, ‘destreza artesanal’, ‘oficio’, ‘ciencia’, ‘arte’, dependiendo del contexto. A partir de ello se designa arte a cualquier habilidad o capacidad que se tenga de manera especializada o sobresaliente del común de la gente, de ahí que llamen incluso arte al fútbol, pero considero esto último como una designación popular fuera de toda concepción filosófica, por así decirlo, que engloba sólo aquellas actividades que tienen un fin estético.
Sabemos que no todo es arte, pero sí que para todo arte se requiere de habilidad y práctica. En el habla cotidiana no es muy usada la misma palabra “habilidad” para designar una acción que requiere de habilidad, como “la habilidad de [poder] cocinar”, por ejemplo; simplemente no nos suena muy natural y en su lugar se prefiere decir “el arte culinario” o “el arte de cocinar”.
Nos podemos ahorrar todas estas palabras si simplemente vamos a un diccionario y buscamos la voz ‘arte’. Si no lo conocen, les recomiendo el sitio https://es.thefreedictionary.com/ en el que pueden encontrar las entradas de diferentes diccionarios no sólo de la lengua española. En éste y en el DLE (Diccionario de la Lengua Española) de la ASALE (Asociación de Academias de la Lengua Española)[2] hay una acepción que dice, palabras más, palabras menos, “habilidad para hacer algo”; sin embargo, hacer esto nos quita el placer de investigar y saber un poquito más y, si ya lo sabemos, de reflexionar sobre lo que muchas veces pasa frente nosotros sin siquiera decir “hola”.
Me parece extraordinario que hoy en día sigamos teniendo el entendimiento de que hay una palabra para designar aquello que requiere esfuerzo aunque se tenga facilidad para ello, el llamado talento. ‘Arte’ viene del calco latino de τέχνη, ars; y ahora hasta suena natural que en una palabra coincidan dos concepciones semejantes cuyo fin es distinto, uno el estético y otro el no estético.[3] Parecería incluso que el griego antiguo nos sigue hablando a través del lenguaje y las ideas que seguimos teniendo hoy en día.
Esto, pues, es un ejemplo del propósito de este artículo. Los invito a pensar y reflexionar sobre cosas que normalmente se nos podrían pasar por alto, pero que son tan interesantes o más que simplemente sentarse a ver algo sin pensar más allá de lo que se nos presenta; si ves una película, analiza los encuadres, las tomas, los diálogos, la presentación de la historia y la iluminación, entre otras cosas; si lees un libro, piensa en el lenguaje que usa el autor, cómo presenta las escenas, la descripción y narración de los eventos; incluso, si ves memes, busca el encuadre en el que se inserta dentro del contexto social, qué elementos lo hacen cómicos, la manera de aludir a grandes obras artísticas y cómo se podrían asemejar a ella; o, (mi favorita) si escuchas música, piensa en la interpretación de los instrumentistas, cómo pudieron haber logrado ese sonido, cuántos instrumentos hay y cuáles son. No te invito más que a pensar más allá de la somera imagen que ven tus ojos. Recuerden lo que el zorro le dijo al principito: “lo esencial es invisible a los ojos”.
Cada cosa tiene algo que lo hace único, distinto y que le da
identidad, aunque también es cierto que en un mundo tan grande como el nuestro
tenemos que hacer categorías grandes que engloben cosas semejantes, y en ellas
también categorías más pequeñas que contengan lo que las hace grandes.
[1] https://es.wikipedia.org/wiki/Arte
[2] Dato curioso, o quizá no tan curioso: no muchas personas saben que hay más de una Academia de la lengua española y sólo se quedan con la RAE.
[3] En realidad todo puede tener un fin estético, pues la estética es una rama de la filosofía que estudia la esencia y percepción de la belleza, cosa igual de subjetiva que el humano; sin embargo, tómese esta diferencia (estético y no estético) de manera mundana, meramente ilustrativa, no determinante.