AUBREY BEARDSLEY: LA EXUBERANCIA ECLÉCTICA
Por Ángel Zerón:
Of course, I have one aim, the grotesque.
Aubrey Beardsley. In an interview with The Idler (1896)
If I am not grotesque, I am nothing.
A MANERA DE PRESENTACIÓN ESTELAR
Aún recuerdo las palabras de Monelle, santa patrona del olvido (soy consciente de la irónica falta que cometo), centelleantes como las estrellas; me revelaron la naturaleza destructiva del arte en medio de la noche abismal:
“Para imaginar un nuevo arte hay que destrozar el arte viejo. Y así el nuevo arte parece una especie de iconoclasia. Pues toda construcción está hecha de ruinas y nada hay nuevo en este mundo sino las formas. Pero hay que destruir las formas (…) El mismo deseo de lo nuevo no es más que la apetencia del alma que desea formarse. Y las almas desechan las formas antiguas, así como las serpientes sus viejas pieles.”[1]
Toda época tiene su antítesis, su calumniador, su Enfant Terrible como portaestandarte bajo alguno de los múltiples lenguajes del arte en aras de alcanzar la esencia primordial a través de la destrucción de toda forma canónica que pretende reprimir el flujo constante del devenir. La época victoriana fue sin duda la época que más flageló la figura del artista y su arte, cuyo único fin era complacer los sofisticados sentidos gonorréicos de la aristocracia británica, de lo contrario, tenían que abstenerse a la férrea censura y eso en el mejor de los casos. Sólo unos cuantos fueron elegidos para afrontar este siglo lleno de lepra, dispuestos a dejar al descubierto todas las inmundicias del ser humano heredero de la Revolución Industrial.
Si bien Oscar Wilde declaró la guerra en pos del libre pensamiento y cercenar la hipocresía moral con el filo del ingenio literario, el héroe-dandy a quien, hoy dedico estas líneas hizo temblar de indignación, pero también de fascinación a toda la grey del siglo XIX con un estilo visual alucinógeno y sombrío como una pesadilla provocada por la ingesta desmedida de absenta, proponiendo planos inauditos de la realidad; por supuesto hablo ni más ni menos que del sardónico Aubrey Beardsley. (¡Aplausos!).
UNA VIDA BREVE (SINTETIZADA PARA COLMO)
Aubrey Vincent Beardsley (1872-1898) fue un pintor e ilustrador británico que no pasó desapercibido pese a su corta existencia en este mundo deplorable asfixiado por la censura. Murió de tuberculosis a los 25 años de edad como John Keats (1795-1821), uno de los más grandes poetas ingleses del romanticismo. Este dato puede parecer casual, tal vez hasta banal, pero resulta que el propio Beardsley llegó a mencionar que no viviría más que el poeta. Todo indica, sin lugar a dudas, que a los jóvenes dotados de gran sensibilidad y genio les llegaba, en ese entonces de forma anticipada, una invitación para asistir a la glamurosa Dance Macabre.
Nuestro artista tuberculoso en cuestión ya presentaba talento para la música, la literatura y sobre todo la pintura a muy temprana edad; sin embargo, debido a una mala racha económica, se vio obligado a abandonar los estudios. Trabajó en la oficina de un arquitecto y en una agencia de seguros a los 16 años viendo como sus sueños se alejaban cada vez más entre las hojas de sus bocetos. Por suerte (o por gracia de alguna musa subterránea) esto cambió cuando el mismísimo Edward Burne-Jones, Pope de la Hermandad Prerrafaelita, al ver el potencial de su estética exuberantelo aceptó como su discípulo y lo alentó para asistir a clases nocturnas en la Westminster School of Art. El mal empezaba a germinar.
EL NUEVO ROSTRO DE LA PERVERSIÓN
Como si el trato con el diablo surtiera efecto, Beardsley empezó a gozar de gran fama. Su estilo modernista, ecléctico y mordaz, bastante influenciado por las obras de Gustave Moreau y Toulouse-Lautrec, pero sobre todo por la estampa japonesa, muy de moda entre los círculos intelectuales parisinos, lo consagró como uno de los mayores estetas del Fin de siècle y pionero del Art Nouveau (Modernismo para los cuates).
Entre sus obras más destacadas como ilustrador se encuentran Salomé, A tragedy in one act de Oscar Wilde(1893), obra que le daría el reconocimiento a nivel mundial. Le Morte d’Arthur por Thomas Malory (1894), donde plasma de manera chick las leyendas del circulo artúrico; el satírico poema de Alexander Pope, The Rape of the Lock (1896), en el cual Beardsley alcanza su máximo en cuanto al aspecto técnico; además de su muy notable contribución como director artístico de la publicación literaria trimestral “The Yellow Book” (1894-1895).
Su estilo gráfico se caracteriza principalmente por trazos profusamente estilizados influenciados por la ya mencionada estampa japonesa conocida como Ukiyo-e (que, por cierto, también marcó tendencia en la pintura impresionista perteneciente a la segunda mitad del siglo XIX), pero a su vez recuerda a la suntuosa caligrafía árabe como la basmala (fórmula ritual islámica con la que se inician los capítulos del Corán) o la thugra (firma estilizada de los sultanes otomanos), sin mencionar el cuidado minucioso de los detalles estrictamente ornamentales propios del Rococó y el arte prerrafaelista.
(De forma consecutiva)
Ilustraciones para la primera edición inglesa
de la adaptación teatral
Salomé de Oscar Wilde (1894).
Sus composiciones (casi todas elaboradas con tinta) tienen como base grandes superficies negras y blancas con líneas curvas bastante pronunciadas que tienden a la asimetría dando un efecto caprichoso, sensual y erótico siempre en función de la temática mitológica, fantástica o satírica. El blanco y el negro son más efectivos que el color porque le dan una tonalidad más obscena que realza la perversión de su propuesta estética rechazando claramente las normas de perspectiva y proporción generalmente usadas en la época.
Wilde dijo de este artista fugaz: «Ha contribuido al arte inglés con una extraña y nueva personalidad; a su modo era un maestro de la gracia fantasiosa y de la fascinación irreal. Su musa tiene momentos de terrible hilaridad. Detrás de lo grotesco parece esconderse una curiosa filosofía». Esto, sin duda, es una afirmación apologética inapelable.
VANIDAD DE VANIDADES, TODO ES VANIDAD
Sin duda Beardsley es una referencia ineludible en lo que la historia del arte denominó como Modernismo, Jugendstil (en Alemania), Art Nouveau (en Francia), Floreale (en Italia) o Modern Style (en Reino Unido), corriente que se caracteriza primordialmente por conseguir una ruptura con “lo anterior”, buscar nuevas formas de expresión artística incluyendo los formatos que ofrecía la vanguardia industrial y volver el arte más accesible, democratizarlo, que fuera parte del pan de cada día con la finalidad de contrarrestar el horror vacui de la vida, llevar una existencia más fancy, en fin, darle al vacío sus colores.
Entre los sucesores de este enfermizo ilustrador podemos encontrar a Alfons Mucha, uno de los máximos exponentes de esta caprichosa tendencia cuya obra se inclinó por la publicidad en carteles litográficos de teatro y revistas, así como también a Will H. Bradley apodado como “el decano de los diseñadores americanos”, sin mencionar a un tal Klaus Voormann, diseñador del collage de la portada del mítico disco Revolver de The Beatles.
Se dice que jamás hay que juzgar un libro por su portada, sin embargo, cuando se trata de alguna edición infectada por la mortífera tinta de Aubrey Beardsley, esta máxima debería ser reconsiderada, pues el diablo está en los detalles, en las imágenes que siempre se escapan, vaporosas para la razón como el más exótico de los inciensos. El fondo poco importa, es la forma la que nos lleva con eurítmica embriaguez hasta el insondable abismo de los placeres plásticos.
FUENTES REFERENCIALES:
SCHWOB, Marcel. El libro de Monelle. 2013. Trad. Por Teba Bronstein. México, D. F. Editorial: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Clásicos para Hoy).
CALVO, Miguel (28-08-2017). Salome: La decapitadora más sexy de la Biblia, con permiso de Judith. HA! URL de la Página: https://historia-arte.com/obras/salome-beardsley
FACCIA, Helena (Trad.) (21-05-2017) Aubrey Beardsley, el Oscar Wilde de los ilustradores: del lodo decadentista a la conversión católica. RELIGIÓN EN LIBERTAD. URL de la página: https://www.religionenlibertad.com/cultura/56621/aubrey-beardsley-oscar-wilde-los-ilustradores-del-lodo-decadentista.html
IBARRA, Marco. Aubrey Beardsley: Biografía, Aportes y Obras. Lifeder. URL de la página: https://www.lifeder.com/aubrey-beardsley/
G. Maldonado, Lorena.
(15-05-2019). Erecciones, sexo
lésbico y muerte: los escándalos de Aubrey Beardsley, el pintor maldito. EL
ESPAÑOL. URL: https://www.elespanol.com/cultura/arte/20190515/erecciones-lesbico-muerte-escandalos-aubrey-beardsley-maldito/398460671_0.html
[1] SCHWOB, Marcel. El Libro de Monelle. Pág. 14