Etta: Dolor, amor y sudor.
Por Andrea Caballero:
La voz correcta nos pone en el humor correcto según nuestros deseos inmediatos; puede ser la melodía más básica con la letra más hueca, pero, si la entraña empata con ello, la magia explota.
Luego existen personas, talentos, sentimientos y voces que bien pueden ser prisioneros desesperados en una realidad que no alcanzamos a comprender y que, cuando logran expresar tan sólo un poco de lo que tienen adentro, nos hechizan, nos hacen suyos, nos transmiten, y finalmente nos dejan reposar sobre el rincón más cómodo posible o sobre la esquina más fría y sombría; ese destino es totalmente incierto, pero totalmente deseado.
Para 1938 la humanidad no tenía contemplado que naciera una voz tan dolorosa y poderosa como la de Etta James, cuya fisonomía desafiante, piel negra y cabellera rubia pondría en jaque hasta a quien no se cruzara en su camino.
Dio sus primeros pasos en la escena musical de la mano del gospel, para luego unirse a Peaches, agrupación que pronto se disolvería y de la cual ella sería la estrella que seguiría brillando. Para 1960, su carrera despegaba con canciones como All I Could Do Was Cry, con la que convierte en cenizas hasta el corazón más protegido.
I saw them holding hands
All I Could Do Was Cry
She was standing there with my man.
I heard them promise, ´til death do us part.
Each word was a pain in my heart.
Oh, all I could do was cry…
En 1962, de la mano de Sugar Pie de Santo, graba el single In the Basement, una deliciosa melodía con explosiones de jazz y poder en la voz de ambas, aunque al final del día la voz de Etta toma el control total de la situación. Poco después de esto grabó canciones navideñas, que en su voz disuelven cualquier cursilería y las vuelve celebración pura.
Lo anterior nos habla de una mujer sin límites, ávida de experimentar, arrojando su talento a todo aquello que ella crea. Un ejemplo es Hoochie Coochie Gal, canción que se hunde en el jazz, el blues y una nube de vapor de los 70 con Keith Richards y Robert Cray de acompañantes. Cada uno de ellos explota a su manera, se pierde, respira y regresa con sus compañeros para fundirse en uno solo.
Si bien lo anterior ha sido una vida llena de voces y experiencias poderosas, la interpretación que se lleva las palmas, las lágrimas y los corazones rotos es definitivamente I’d Rather Go Blind, canción en que devela los profundos temores de perder el tan idealizado y dulce amor. Ella nos canta, nos grita y nos exige, mientras con su mirada felina nos reta a siquiera mostrarnos contrarios a ella.
Something told me it was over
I’d Rather Go Blind
When I saw you and her talking
Something deep down in my soul said, ‘Cry, girl’
When I saw you and that girl walkin’ out
Whoo, I would rather, I would rather go blind, boy
Than to see you walk away from me, child, no
Whoo, so you see, I love you so much
That I don’t wanna watch you leave me, baby
Most of all, I just don’t, I just don’t wanna be free, no
Ella suda, se desespera, desnuda su sentir y se disuelve en lágrimas, dejando claro a todo escucha y espectador que ella no es una mujer para jugar.
Finalmente el 2011 llega y nos arrebata a Etta, haciéndonos saber que ella no nos pertenece más y que la muerte la quiere como esposa y voz que le arrulle. Ella se va en medio del dolor y la leucemia, pero inundada en amor, talento, potencia y sentimiento.
A casi 10 años de tu partida, aún ardes en la piel, el corazón y la garganta. Que cada una de tus canciones nos siga incendiando, nos remueva el corazón y nos recuerde la gran tigresa que eres, estés donde estés.