OGLOGO: EL ÚLTIMO HOMBRE
Por Alejandro Martín del Campo Glez:
Luego de la caída de un meteorito a la tierra, Oglogo despierta desconcertado al ver que se encuentra solo en el mundo y cierra el Dique, la última tumba, para dejar atrás el pasado… El personaje se enfrenta a una era postapocalíptica. Encuentra una nave con la cual huye de la peste que asola al globo terráqueo. Durante la historia adopta diferentes herramientas, una de ellas es la imprescindible hacha, la cual utilizará para la creación de la canoa y usará como método de caza ya que su alimento es el pez y la carne. Fabrica el candil y utiliza el fuego como elemento de defensa y luz para los momentos oscuros de su travesía. Guarda con recelo una flor porque es una conexión con el mundo que ya se extinguió. Oglogo, entre las venturas de su historia, se vuelve un viajero del tiempo y espacio con voluntad en el sendero de la soledad, a quien le esperan dos meteoritos más…
El último hombre
Entre la ovacionada colección Tumbas de Agua y la íntima-meloláctea Miel y leche hay debajo de tu lengua, el artista mexiquense Arístides Ortiz, desde cero, compone, escribe y materializa esta obra que bautizó como Oglogo: El último hombre.
La colección abstracta de 12 piezas materializa los principales ideogramas necesarios para entender el concepto de Oglogo, que son 3 meteoritos, la nave, la peste, el hacha, la canoa, el pez, la carne, el candil, el fuego y la flor. A través de la cinemática pictórica de Oglogo y su paso por este mundo, deja intriga sobre lo que hay detrás de dicho personaje; estos elementos, que pertenecen a un proyecto aún más grande, también nos permiten ver con muchas referencias el pensamiento creativo y polifacético del autor Arístides Ortiz.