Legados de Paulo Freire
Estudiamos, aprendemos, enseñamos y conocemos con nuestro cuerpo entero. Con los sentimientos, con las emociones, con los deseos, con los miedos, con las dudas, con la pasión y también con la razón crítica.
Paulo Freire[1]
Por Yessika María Rengifo Castillo:
Legados son las reparticiones en acciones o bienes monetarios que se hacen los individuos a través de la historia. Unos de los legados más importantes que han acompañado esos capítulos sociales es el proceso de enseñanza y aprendizaje, permitiendo evidenciar hechos transcendentales en la política, la economía, la cultura, la salud, la arqueología, entre otros.
Desde ese panorama, la educación se instaura como los conocimientos prácticos y metodológicos que garantizan los desarrollos socioculturales de los seres humanos en el tiempo. Es así como Paulo Freire se convierte en un pensador comprometido con la vida y la existencia, sin pensar en las ideas. Es decir que su obra surge como la toma de conciencia e intento de abordar los escenarios socioculturales desde la pedagogía. En 1970 Freire afirma:
No pienso auténticamente si los otros tampoco piensan. Simplemente, no puede pensar por los otros ni para los otros, ni sin los otros. La investigación del pensar del pueblo no puede ser hecha sin el pueblo, sino con él, como sujeto de su pensar (120).
De tal modo, el trabajo en equipo es un elemento esencial que determina la pedagogía de Paulo Freire en todos los sectores de ese contexto.
Se hace interesante abordar esos legados de Freire desde los campos alienados y oprimidos de la sociedad que han aceptado la marginación como eje de su ser. De esa manera, en su proyecto de alfabetización de adultos Paulo Freire anhela que, a través de la lectura, la palabra, el aprendizaje, lean sobre todo el mundo. Es decir, que su hacer se convierta en quehacer.
Entonces las reglas pedagógicas de Paulo se fundamentan en una concepción humanística donde el ser humano es la esencia en cualquier proyecto educativo, una esencia que pudo determinar gracias a los viajes que realizó por diferentes ciudades del mundo, permitiéndole entender el sentir y el pensar de las personas frente al escenario que habitan.
Desde esa escenografía es prudente advertir que el pensamiento de Paulo Freire es original, pero no se puede desconocer que existe una influencia de Hegel[2] y su dialéctica. Recordemos que, en su dialéctica, Hegel la aplica para comprender y manifestar las acciones reales del mundo.
Estos argumentos corresponden muy bien a esa educación liberadora que no es la adquisición del poder, sino la formación de hombres, de mujeres, de niños, de niñas, que son capaces de transformar sus escenarios sociales. O en palabras de Freire (1970):
“Los hombres no se hacen en el silencio, sino en la palabra, en el trabajo,
en la acción en la reflexión” (100).
Lo anterior indica que los seres humanos se forman en los procesos de acción y de reflexión de los distintos escenarios de la vida.
Para concluir, la invitación es a leer a Paulo Freire como un referente de la educación universal que ve en los individuos el eje central de la vida en procesos de acción y de reflexión, transformando contextos locales y universales.
Referencias bibliográficas
Freire, Paulo. Pedagogía del oprimido. Siglo XXI, 1970.
Cibergrafía
Imagen tomada de: http://prensared.org.ar/educacion-popular-el-metodo-paulo-freire/
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[1] Fue un pedagogo y filósofo brasileño, destacado defensor de la pedagogía crítica. Es conocido por su influyente trabajo Pedagogía del oprimido, que generalmente se considera uno de los textos fundamentales del movimiento de pedagogía crítica.
[2] Fue un filósofo del idealismo alemán, el último de la Modernidad, llamado inclusive como la conciencia de la modernidad.