Homo irrealis, El hombre que quizás sea y podría haber sido de André Aciman
Por Yessika María Rengifo Castillo:
A veces el tiempo y la memoria cambian un poco las cosas.
Gabriel Rolón[1]
Los seres humanos están hechos de historias, historias o hechos que se consolidan en la melancolía y la alegría que es la vida, uniendo las estaciones del tiempo. Pero antes de seguir adelante, todo esto es posible en compañía de los recuerdos. Los recuerdos son las fotografías de sucesos u acontecimientos que enaltecen o lastiman la memoria de hombres y mujeres en el camino.
En las anteriores palabras, voces como la de Marc Augé dicen:
Es evidente que nuestra memoria quedará pronto saturada si tuviese más que conservar todas las imágenes de nuestra infancia, en particular las de nuestra primera infancia. Pero lo interesante es lo que queda en todo ello. Y lo que queda —recuerdos o huellas, volveremos más adelante a ellos— es el producto de una erosión provocada por el olvido. Los recuerdos son moldeados por el olvido como el mar moldea los contornos de la orilla (1998, p. 27).
Lo anterior indica que los recuerdos son episodios del pasado que se consolidan en diferentes colores del presente, buscando el sentir y el accionar de los individuos en los campos sociales.
Henry Bergson (1977) establece que los recuerdos son formas de recuperar la información que se almacena, pero en plenitud, porque al traerlos a la conciencia tienen ciertas características de imaginación. Esto quiere decir que lo que no se puede recordar a cabalidad se llena de imaginación.
Además afirma:
Consiste en una espera de imágenes, en una actitud intelectual destinada unas veces a preparar la llegada de una cierta imagen precisa, como en el caso de la memoria, otras a organizar un juego más o menos prolongado entre las imágenes capaces de venir a insertarse en él, como en el caso de la imaginación creadora (p. 65).
Es decir que los recuerdos son juegos de la memoria a nivel individual y colectivo del hombre.
Desde esa línea, el escritor, profesor universitario, crítico literario, periodista ítalo-estadounidense André Aciman presenta su libro Homo irrealis, una presentación a sus lectores por un viaje al mundo de sus recuerdos y lugares queridos como Alejandría, Roma, San Petersburgo o Nueva York, ciudades habitadas por la presencia fantasmal de artistas y de escritores, entre los que se encuentran Proust, Freud, Cavafis, Pessoa, Rohmer, Sebald, entre otros. Es así como el escritor explora el tiempo entre lo irrealis y el hombre que hubiera sido y no fue, los eventos que hubieran ocurrido y no ocurrieron, pero que quizás podrían suceder. Al final se encuentra entre la realidad y la fantasía. Son unas memorias en forma de ensayos en los que André Aciman revisita su pasado y su presente, el anhelo y el deseo, como un intento de comprender la nostalgia que acompaña a su persona y sus obras literarias.
La invitación es a leerlo como un referente que viaja en lo irreal y lo real del tiempo que suelen ser la esencia de la existencia. O en palabras de Elie Wiesel:[2]
El recuerdo tiene su propio idioma, su propia textura, su propia melodía secreta, su propia arqueología y sus propias limitaciones: también puede lastimarse, robarse y avergonzarse; pero depende de nosotros rescatarlo e impedir que se convierta en algo barato, trivial y estéril. Recordar significa dar una dimensión ética a todos los esfuerzos y las aspiraciones.
Referencias bibliográficas
Aciman, André. Homo Irrealis.Alfaguara, 2023.
Augué, Marc. Las formas del olvido. Gedisa, 1998.
Bergson, Henry. Memoria y vida. Textos escogidos por Gilles Deleuze. Alianza, 1977.
Cibergrafía
Imagen tomada de: https://www.penguinlibros.com/co/tematicas/316975-ebook-homo-irrealis-9788420465340#
[1]Es un psicólogo, psicoanalista, escritor, presentador de radio, músico y actor argentino, famoso por su participación en varios programas de radio y televisión.
[2] Fue un escritor de lengua yidis y francesa, de nacionalidad estadounidense, superviviente de los campos de concentración nazis. Dedicó toda su vida a escribir y hablar sobre los horrores del Holocausto con la firme intención de evitar que se repita en el mundo una barbarie similar.