Suspiros de una mente con recuerdos

Por Juana Mezcales:

Recuerdo con mucho cariño aquel 2010, «damn…» ya han pasado más de 9 años y decir que fue apenas ayer que estábamos atravesando la primera década del nuevo milenio el mundial de Fútbol fue en Sudáfrica y las vuvuzelas interrumpieron por doquier, Mexicana anuncia cierre de compañía, se avala en la Corte adopciones gay, 33 mineros chilenos estuvieron atrapados y topos mexicanos participaron en el rescate, fallece Carlos Monsiváis, escritor y cronista, 85 personas murieron en hecho relacionados a ajustes de cuentas, por eso le acuñan a que fue el año más violento en México; pero dejando de lado esas cosas, en la escena musical se tuvieron cosas bastante memorables. Cuando en la radio no paraba de sonar Cornerstone con esa voz tan característica de Alex Turner. Ese año fue el primer festival muy, muy esperado por jóvenes y no tan jóvenes. Los boletos no te costaban un ojo de la cara como ahora que tienes que empeñar un riñón (ok no tanto así) para poder costear unas entradas. En ese entonces los boletos para el Corona Capital me costaron menos de $500 y hasta «me regalaron» un boleto para el after; era solo un día, pero con eso bastaba, creo yo. 

Caminamos bajo el sol pero con un poco de brisa y recuerdo que esa vez fuimos varios; éramos un grupo de como 10 personas, todos con gustos musicales diferentes, pero lo chido de estos festivales es eso, que hay de todo para todos, diversidad de bandas tanto nacionales como internacionales. Me encantó ver a Triángulo de Amor Bizarro, con sus guitarras duras y la voz tan única y «de me vale madres» de Isabel Cea; a She’s a Tease, con sus ritmos pegajosos, a Rey Pila quien, se estaba consolidando después de dejar a Los Dynamite, por lo que estaba todo fresquito con No Longer Fun, a Echo & the Bunnymen, aunque obscuros, pero con corazoncito, a Regina Spektor con su voz poderosa para corear On the radio mientras se iba metiendo el sol, a Pixies, pfff que puedo decir ya con sus años encima y aún así rifadísimos en el escenario, recuerdo que había muchos fans “ya grandes” con hijos incluso disfrutando de aquél momento coreando “Here comes your man…”, a Interpol (inserte suspiro) con Paul Banks -my love- y su amor a México, cómo siempre hablando español y deleitando con sus ya conocidos éxitos, sólo que desde mi punto de vista ese álbum homónimo no fue uno de los mejores; y había más pero bueno, son de los que me acuerdo porque me emocionó tanto verlos en vivo. Aparte como, no muchos apostaron por este primer concierto, estaba muy despejado el escenario, la tarde-noche se prestó para pasarla rico y suave. 

También estuvo de visita en el entonces D.F. Wayne Coyne y compañía en el Palacio de los Deportes gracias a unos jóvenes de filosofía que nos querían impresionar, a mi mejor amiga y a mí, nos invitaron. No puedo decir que es mi banda favorita ever, sólo que si me llamaba la atención el show que tenían en el escenario. Hasta ese momento todo iba pintando tranquilo con Do you realize?, levantando las manos, riéndonos, disfrutando del confeti y las pelotas gigantes que caracteriza la conexión de la banda con su público. Al día siguiente tuve que presentar una examen de matemáticas «si no no me graduaba». Pudo más el «X somos chavos» y se tomó la decisión más cuerda, «vámos y regreso temprano para presentar el examen, ¿qué puede salir mal?»

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Juana Mezcales

Me fascina la música, la cultura pop, humano raro y ñoño pero con gustos sencillos

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