De cómo el azul se convirtió en negro

Por Oliver Miranda:

Cuando Japón pierde la Segunda Guerra Mundial, la generación de artistas que surge en la reconstrucción del país nipón se ve en la necesidad de retratar la inusual situación en la que se encontraban. Por primera vez abiertos a occidente debido a la invasión militar estadounidense y levantándose de la humillación así como de la profunda crisis que les dejó la derrota surgirían figuras que construirían la estética y filosofía tan variada que hoy en día nos ofrecen; en el ámbito literario, Ryu Murakami es uno de los escritores que mejor supo retratar la crudeza de lo que les tocó vivir, una guerra que ya no era militar, sino cultural.

En 1976, a la edad de 24 años, Ryu Murakami publica su primera novela, Azul casi transparente donde de la mano de un joven de 19 años llamado Ryu (quizá dejando entrever un aspecto autobiográfico) y su grupo de amigos crecen en los años 70 en una ciudad donde se encuentra ubicada una base militar estadounidense. La visión de la juventud de la época es desoladora, un constante torbellino donde el rock, las drogas y la promiscuidad más absoluta se mezclan constantemente para ofrecer un retrato impactante donde el escritor no tiene consideración, una y otra vez pone al lector contra las cuerdas con situaciones más y más sórdidas donde las líneas del amor, de la amistad, del abuso y del odio se desdibujan y se hacen uno a la vez.

Las novelas de este corte que se hicieron populares años más tarde, como fue el caso de Trainspotting y El club de la lucha, tenían como característica principal una luz al final del túnel, un avistamiento de que las cosas podrían cambiar. Murakami no nos ofrece eso, nos ofrece un abismo donde aparecen tonos más oscuros cada vez, sin dejar de lado nunca los resentimientos sociales en los que fue criada su generación y que sentarían las bases de la mentalidad del Japón de finales del siglo XX e inicios del XXI, un Japón seducido por diversos aspectos de occidente, pero aferrado a su estética y tradiciones propias.

Conocer ese lado tan sórdido de la sociedad nipona nos saca de la modernidad con la que usualmente se les asimila o el feudalismo tan característico de la época de los samuráis; en esta obra literaria se le da un espacio al periodo de transición por el que pasaron y que los obligó a seguir avanzando, aún en uno de los momentos más oscuros donde el futuro era incierto y que, de cierta manera, permaneció así.

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Oliver Miranda

Entre más leo, menos desconozco, entre menos desconozco, más me intrigó.

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