EL BESO DE PLATA

Por Mariana Cuevas:

Los adolescentes y seres sobrenaturales son una combinación que siempre han causado suma atracción para el lector. En este momento se puede decir que nunca había estado tan de moda, y es por eso por lo que destaca este libro, pues fue escrito y publicado antes de que este boom apareciera, lo que le permitió no ser influenciado por las características que ahora se les atribuyen a novelas populares de dicha índole.

El beso de plata fue escrito por Annette Curtis Klause en 1990, originalmente en inglés, hasta 1999 que se tradujo al español. Forma parte de un repertorio de distintos libros que se recomienda leer a alumnos que están en secundaria.

Un elemento destacado en esta historia son los estereotipos, comenzando con los protagonistas: Sofía y Simón. Ella se encuentra en un punto frágil y de suma importancia en su vida, la adolescencia, pero, por desgracia, su madre, quien debería ser uno de sus principales apoyos, está siendo constantemente internada debido al cáncer que la consume, sin que se recupere por completo en ninguna de las ocasiones.

Sofía, por supuesto, considera esta situación totalmente injusta, ya que debería estarse preocupando por cómo descubrir el mundo y a sí misma, pero sólo puede pensar en su madre y prefiere sufrir “en silencio” durante las constantes y largas horas que pasa sola entre el día y la noche, cuando no está durmiendo, para evadir la realidad. Al mismo tiempo, su padre también se encuentra ausente, pues éste sólo se encarga de cuidar de su esposa sin darse cuenta de que no le presta la atención necesaria a su hija. Ella siente como si él la alejará de ese mundo para que no se viera tan afectada, no tomando en cuenta que al final eso la encamina a sentirse peor.

Nuestro segundo protagonista, Simón, es el típico chico alternativo con un aspecto lúgubre y dos característicos colores en su vestimenta: negro y un toque de rojo. En este caso el negro representa la eternidad que ha pasado entre las sombras, ya que éstas son parte de su naturaleza al ser un vampiro, y, por otro lado, el destello de rojo representa la sangre, su única fuente de alimentación.

Simón es una mezcla de diferentes versiones de vampiros encontradas tanto en la literatura clásica como en la moderna, pues no pierde pequeños detalles, como el hecho de que a un vampiro se le debe invitar a pasar al hogar que se visita, pues de lo contrario éste no podría entrar, o el hecho de que tiene instintos animales, ya que siempre está en constate deseo de hacer suya a la víctima y acecharla para volver la tarea más sencilla. No es colocado como alguien violento, que en ocasiones es como se les describe a estas criaturas, pero el deseo de sangre se encuentra siempre presente aunque sea obtenido de una fuente aparentemente pequeña; le disgusta matar humanos. Por otro lado, sí se le atribuye un temperamento algo inestable cuando alguien se mete con él.

El estereotipo del vampiro, aquí, fue modernizado en un principio con la vestimenta, dado que no se conserva la elegancia que alguna vez representó a dichas criaturas, y luego con el gusto por la música rock típica de la época. También se muestra un lado un poco más humano con este vampiro, pues puede decirse que lo que más deseaba era ofrecerle a Sofía seguridad y estabilidad.

Me parece una historia romántica con todos los elementos necesarios para atraerte: tiene un lado oscuro y misterioso, pero también uno romántico con sutil ternura, es una narrativa de polos opuestos que al colisionar se mezclan para tomar una nueva forma. Es una innovadora estructura para representar a los vampiros y una historia adolescente con ellos.

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