“EL ENCUENTRO” por Elena Avilés

Hace muchos años, en algún lugar de Naucalpan vivía Salvador, un chico solitario al que le gustaba admirar la naturaleza, observar a los animales y recorrer las verdes áreas de su comunidad.

Una tarde nublada de otoño, cuando Salvador se encontraba en uno de sus recorridos por el Bosque de Los Remedios, se encontró con algo que lo dejó estupefacto. Se trataba de algo parecido a un animal de inmenso tamaño y peludo que yacía frente a su camino. Dicho ente poseía ojos enormes, brillosos, que lo miraban fijamente. Por un instante el chico sintió sus piernas debilitarse, mas recobrando pronto su aire valeroso se decidió a sostenerle la mirada. Un instante después se encontraba caminando directo a él, pero al estar a una distancia muy corta la criatura, con gigantescas fuerzas, dio un salto desapareciendo al instante entre los pinos que conformaban el inmenso bosque.

Salvador y su espíritu intrépido concibieron seguirlo hasta que finalmente, después de un par de horas y sin tener éxito, decidió retirarse del lugar, pues las nubes anunciaban una lluvia próxima y con el ocaso la ausencia de luz le impediría ver su camino. 

Desde entonces visita el Bosque de los Remedios cada martes, como aquel día, esperando encontrarse de nueva cuenta con aquel ente tenebroso.


MICRORRELATO: RUIDO 

Escuchó un fuerte golpe en la habitación al final del pasillo, se detuvo frente a la puerta preguntando: “¿Mamá eres tú?”, ella le contestó: “Sí, pasa y ayúdame”. Se dirigía hacia adentro cuando alguien la detuvo abrazándola por la cintura y tapándole la boca. Era su mamá diciéndole: “No entres, yo también lo escuché…”.

ELENA AVILÉS
29 AÑOS
NAUCALPAN DE JUÁREZ, ESTADO DE MÉXICO

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