EN LA DESESPERACIÓN DE CIORAN
Por Jessica Ebauche:
Emilé Cioran, o Emil Michel Cioran, se atrevió a escribir sobre los temas que pocos se atrevían a tocar. De una palabra a otra resalta la fragilidad de la existencia humana y las necesidades de refugiarse en lo que él llamaba mentiras.
Un tema recurrente de Cioran era tocar el miedo a la muerte y cómo las personas vamos buscando sentido en cosas que quizá no lo tengan, como el cosmos, las religiones y filosofías.
Nace en Rumanía, pero reside la mayor parte de su vida en París, adicto a la postura nihilista y al pesimismo, con ciertas influencias de Kant, Schopenhauer y Nietzsche. Sin duda, la literatura le salvó la vida, pues lo caracteriza una constante idea de muerte y una actitud más retadora de lo convencional.
Su producción es inmensa, especialmente los ensayos. Entre sus numerosos libros figuran Silogismos de la amargura (1952), La tentación de existir (1956), La caída en el tiempo (1964), y Del inconveniente de haber nacido (1973), siendo cada uno de ellos un ataque furioso a las ideologías, religiones y filosofías creadas por los seres humanos para justificar su comportamiento.
“Hizo tres ejercicios
de disolución de sí mismo
y al cuarto quedó solo
con la mirada fija en la respuesta
que nadie pudo darle.” (1985)
Se declara pensador orgánico, renunciando a ser llamado filósofo, defendiendo así que todo acontecimiento vivido, físico o intelectual es aprovechado para moldear un cuerpo conceptual.
Su creación surge de una intensa pulsión interior del sinsentido de la existencia, siendo la escritura uno de los ejercicios terapéuticos que lo sostienen por muchos años dentro de la libertad de pensamiento y creatividad.
Sufría desde la adolescencia incapacidad para conciliar el sueño; en una de las pocas entrevistas que concedió muestra que era consiente de tal padecimiento:
“la vida es soportable gracias al sueño; cada mañana, tras una interrupción, comienza una nueva aventura. El insomnio, sin embargo, suprime la inconsciencia, obliga a 24 horas diarias de lucidez. […] La vida sólo es posible si hay olvido».[1]
Son esos tiempos de desvelo los que posiblemente lo llevaron a obsesionarse tanto con la muerte.
Como homenaje, su editor de toda la vida, Gallimard, publicó poco después un volumen de conversaciones con Cioran —entre las cuales hay una muy extensa que sostuvo con Fernando Savater— que sorprendió a más de uno, ya que Cioran se había mostrado siempre reacio, incluso contrario, a las entrevistas.
“Un hombre que practica toda su vida la lucidez, se convierte en un clásico de la desesperanza” (1988).
Leerlo es una experiencia de vaciedad, en donde las preguntas existenciales se tornan con respuesta en la nada, se ve hacia adentro de uno mismo, donde se deja de ser, produciendo un malestar casi placentero para quien lo lee.
“La obsesión del suicida es la propia del que no puede vivir sin morir.”
Un libro indispensable para conocer la esencia de Cioran es En las cimas de la desesperación de1934, donde él mismo da la presentación incluida en el mismo texto:
Es evidente que, de no haberme puesto a escribir este libro a los veintiún años, me hubiese suicidado. En el estado en que me hallaba en esa época, sólo podía escribir un libro excesivo y que en cierto momento raya en el delirio. El título es pomposo y trivial a la vez. La expresión se utilizaba con mucha frecuencia en la rúbrica necrológica de los periódicos de entonces: a propósito del menor suicidio, se evocaban las «cimas de la desesperación». Yo tenía varios títulos, pero no acababa de decidirme por ninguno de ellos. Un día, en el café al que acudía todas las tardes, pregunté al camarero: «De estos títulos, ¿cuál prefiere?». Me quedé con el que más le gusto a él. «A casi todos los lectores de este libro les ha llamado la atención algo que me parece exacto: que contiene todos los temas -o, más precisamente, todas las obsesiones- que han dominado mi vida y que, afortunada o desgraciadamente, continúan haciéndolo.
Enfermo
de Alzheimer se interna en un hospital en París, falleciendo el 20 de junio de
1995 en París.
[1] En una entrevista por Gabriel Liceanu, en 1983
Veinticinco anos despues de la muerte de Emil Cioran, la editorial Tusquets ha decidido celebrar al filosofo del pesimismo radical rescatando su primera obra, ‘En las cimas de la desesperacion’, y publicando de nuevo, integros al fin, sus ‘Cuadernos’.