Eres lo que consumes. (Parte 1)

Por Guillón Rosas:

Cuando hablamos de nutrición, no solamente tocamos el tema de alimentación del cuerpo, sino también de la mente; y aquí es cuando nos ponemos analizar el contenido o menú que existe en nuestro entorno.

Existen infinidad de tópicos que nos rodean diariamente que requieren el uso de los procesos mentales: inteligencia, aprendizaje, sentimiento, emoción, percepción, consciencia y atención. Muchos de ellos son esquematizados y/o desarrollados de manera distinta en cada ser humano derivado de su propio entorno.

Cuando hablamos de música en el ejercicio de elegir voluntariamente una canción, utilizamos la percepción e inmediatamente generamos una emoción posterior al sentimiento, todo esto suponiendo que existe la consciencia de conocer con antelación la canción.

Cuando consumimos información a través de revistas, periódicos, noticieros, blogs o notas, sitios de internet, catedráticos en todos los niveles y hasta la primera información que recibimos, que viene de nuestra familia, en ese momento generamos un juicio personal en el cual hemos basado el crecimiento y desarrollo de nuestra persona para interpretarlo y llevarlo al aprendizaje. De aquí decidimos dónde poner nuestra atención.

Para dirigir nuestra atención hacia los tópicos o fuentes de información debemos considerar la calidad de éstas, ya sea creado por necesidad o por innovación. Alimentarse de información debería cumplir nuestros propios estándares calidad informativa. Cuando determinamos que un tópico no cumple con las mismas le retiramos nuestra atención y, por lo tanto, aunque seamos conscientes de su existencia, pierde fuerza nutritiva en nuestra mente e intoxicamos menos nuestro cerebro de información no deseada o falsa.

Cuando se vuelve cuestionable una fuente de información es necesario reevaluar nuestra atención o aprendizaje sobre la misma, reevaluar su calidad de tal manera que podamos tener un escenario claro de su mensaje y que cumpla nuestro estándar e inteligencia.

De pronto me pregunto: ¿por qué hoy en los noticieros se contradicen? ¿Porque los noticieros no tienen la misma versión de los hechos? ¿Por qué la calidad de información de los medios mexicanos no exige clara veracidad? ¿O simplemente porque un periódico que se contradice no ha perdido su atención?

Podemos responsabilizar a los medios por la calidad de información que recibimos, pero al final de la historia el que decide dónde poner su atención somos nosotros mismos.

“Le tiras a un lado, después al del otro, les haces la barba eres un agachón.
Le vendes noticias al mejor postor, sabemos muy bien que eres un impostor”

Que No Te Haga Bobo Jacobo
Molotov

Si te gustó, ¡Espero nos puedas compartir!

Guillón Rosas

I’m just a staked old-fashioned young man speaking seriously.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *