EROTISMO Y POESÍA, UN CAMINO AL AUTOCONOCIMIENTO

Por Jessica Ebauche:

“El exceso de sensualidad hace que la pena abandone al hombre.”

Marqués de Sade.

El erotismo es una cualidad o característica casi exclusiva del ser humano, delimitada a conductas o actitudes manifiestas que procuran una interacción o actividad sexual.

Suena sencillo explicarlo, pero la verdad es que el erotismo depende de la personalidad de las personas y del vínculo directamente conectado con la persona con que se comparte o a la que se dirige este comportamiento. No todas las personas prefieren lo mismo y hay cierto componente sobre el contexto y las creencias que determinaa los gustos o permisos personales hacia la intimidad. Lo cierto es que la personalidad impacta directamente.

Saltó desde mi ojo a la ventana
desnuda está en la acera mojada a la intemperie
bajo una luna extraña.
De pronto ya no baila
me sigue el rastro ajeno taciturno
la ira del zapato sobre el lomo.
Salta la bailarina
me recorre la espalda
habla de Irlanda en mis hombros y no entiendo
la hago saltar a punta de pistola
dolor para gritar malas palabras
y no aguantar ni un poco
y no tener piedad.
Gritar para que salte disparar
y ver su cuerpecito llevado por el aire
danzando a contraluz.

Bailarina de Odette Alonso

El lenguaje erótico no tiene una característica específica, involucra todos y cada uno de nuestros sentidos y se compone de sensaciones y estímulos. Las prácticas eróticas nos acercan a nosotros mismos y al otro de una forma única ya que es en la intimidad donde afloran aquellos rasgos de la personalidad que generalmente se mantienen ocultos o privados.

El erotismo tiene tintes sutiles, es delicado y subjetivo. Lo erótico nos hace humanos y nos acerca a aspectos personales que quizá no están tan expuestos.

En general, el erotismo tiene múltiples expresiones, desde una mirada hasta una imagen, aquí nos encontramos con la poesía.

Desnuda ella yacía, apretada en mis anhelantes brazos,
me llené de amor, y ella por todos los encantos;
ambos igualmente inspirados con fuego ansioso,
derritiéndose a través de la amabilidad, ardiendo en deseo.
Con brazos, piernas, labios cerrados, abrazados,
ella me sujeta al pecho y me chupa la cara.
Su lengua ágil, el rayo menor del amor, jugó
dentro de mi boca, y a mis pensamientos transmitidos
órdenes rápidas que debo preparar para lanzar
el rayo que disuelve todo a continuación.
Mi alma revoloteante, surgida con el beso punzante,
se cuelga flotando sobre sus aromáticos costados de felicidad.

El imperfecto goce de John Wilmot

A finales de los años cincuenta y principios de los años sesenta del siglo pasado, surgió en Estados Unidos una de las tendencias líricas más significativas del siglo XX: el confesionalismo. Robert Lowell, Sylvia Plath y Anne Sexton, especialmente, comenzaron a escribir poemas de una intimidad poco usual.

Se suele sugerir el erotismo mediante procedimientos de metaforización, equívocos, metonimia, reticencias, así como imágenes en las que no se nombra el cuerpo.

Te besaré largamente
mis animales sueltos en el interior de tus sentidos
amándote en tus entrañas
como esquirlas de luz
Te besaré
atravesaré tu cielo
me internaré en tus ramas
circularé en tus líquidos
surgiré de la yema de la corteza de tu tronco
me alimentaré de tu jardín
Tu voz en las colinas
y los campos inmensos
como tú los pensaste
tus animales sueltos en el interior de mis sentidos
amándome en mis entrañas
como certeza
como fruto como señal de territorio
Tu voz en las colinas
y los campos inmensos
bajo este cielo púrpura
esta delicia o cause a mitad de la lluvia
a mitad del océano
porque tu árbol enraíza
en medio de mi vientre
y esta tierra te vive
en el principio y el fin

Minerva Margarita Villarreal (1957)

La poesía erótica también da un significado mayor respecto a los sentimientos y el placer que vivimos con la pareja o la idealización de la misma, como Octavio Paz lo logra en este poema llamado Cuerpo a la vista:

Aguas dormidas golpean día y noche tu cintura de arcilla
y en tus costas, inmensas como los arenales de la luna,
el viento sopla por mi boca y su largo quejido cubre con sus dos alas grises
la noche de los cuerpos,
como la sombra del águila la soledad del páramo.

La poesía nos da una herramienta más para explorar y conocernos más a nosotros mismos, para expresarnos y compartir. Los vínculos erótico-afectivos alimentan el conocimiento personal y la poesía es un intercambio intenso de emociones para estimular nuestra imaginación. Hay muchos caminos hacia el autoconocimiento, algunos más placenteros, pero lo que considero indudable es que el erotismo explora la intimidad más auténtica de los seres humanos.

Cierro los ojos y el mundo muere;
Levanto los párpados y nace todo nuevamente.
(Creo que te inventé en mi mente).
Las estrellas salen valseando en azul y rojo,
Sin sentir galopa la negrura:
Cierro los ojos y el mundo muere.
Soñé que me hechizabas en la cama
Cantabas el sonido de la luna, me besabas locamente.
(Creo que te inventé en mi mente).
Dios cae del cielo, las llamas del infierno se debilitan:
Escapan serafines y soldados de Satán:
Cierro los ojos y el mundo muere.
Imaginé que volverías como dijiste,
Pero crecí y olvidé tu nombre.
(Creo que te inventé en mi mente).
Debí haber amado al pájaro de trueno, no a ti;
Al menos cuando la primavera llega ruge nuevamente.
Cierro los ojos y el mundo muere.
(Creo que te inventé en mi mente).

Canción de amor de la joven loca, de Sylvia Plath
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