Gerardo Robles: Reordenamiento del caos

Por Alejandro Martín del Campo Glez.

Hay creativo-creadores que son multiprácticas y estilan diferentes técnicas cual empíricos insaciables, curiosos naturales, autodidactas incansables, cuestionadores de lo estatuido, libres por convicción, inventivos de corazón, transgresores institucionales, anárquicos nativos, con propuestas fuera de las tendencias, en contra corriente permanentemente. Todo esto se engloba para señalar al experimental-controversial y nada convencional Gerardo Robles, uno de los personajes mexiquenses más polémicos que ha arrojado el siglo pasado y que está vigente hasta nuestra época.

Reordenamiento del caos
El proyecto es heterogéneo, complejo; autoritario, mezcla a gusto totalitario pero libre la expresión de Robles, utilizando materiales como el acrílico, tinta, aerosol, estilógrafo, casi cualquier cosa que se encuentre a disposición con antojo del autor; también se hace valer de otros elementos utilizando cartón, madera, tela, cables, entregando también la famosa sudadera de trabajo que utilizó durante la creación del proyecto. La obra es de difícil clasificación ya que es ecléctica en su totalidad, pero no pierde la coherencia de la idea principal, que al contemplarla nos absorbe en una cinemática de corte postapocalíptico, futurista, con guiños del autor en su visión al post cyberpunk.

Elementos como la carne que se sobrepone ante la obsoleta trinidad configurada en el triángulo dorado, así también vislumbramos la enajenada adicción pornográfica que expía los mas obscenos pecados en los glory hole urbanos a espaldas de un Dios que es inexistente. La creación también está fundamentada sobre frases como la de “¡relly did this” que resalta en una de las piezas a escala de grises donde en el fondo sarcásticamente corren unas nubes azules, mientras que en otra hallamos la frenética palabra en latín vecordiae, que hace apoyo sustancial a la realización del trabajo.

De la misma forma queda plasmado el sentido del humor de Robles, en él podemos apreciar un paseo oteado de un paisaje azulado con franjas blancas donde el autor se mofa de los idearios ordinarios humanos de apacibilidad, o podemos recalcar una especie de charla de un robot con una cabeza sintética sin vida con un destapacaños y con una sacra-burlona aureola a su alrededor, símbolo de un dialogo absurdo de dos entes que sólo obedecen a algo que no existe. Éstos son algunos de los postulados que podemos encontrar plasmados en el proyecto.

Warrior
La obra a cuenta propia no es conservadora, ya que hurta, corrompe y deshace las reglas del pensamiento de la estética basadas en la apreciación clasicista que tanto incomoda a las instituciones tradicionalistas que han canonizado la perceptibilidad de la misma, pero también antepone las ideas alteradas de la realidad antes que la factura pictórica. El proyecto de Gerardo Robles tampoco es una creación de arte placentera, suave y digestible, porque no nace de ahí; nace del derribo social, de los galimatías del colectivo humano, de acuerdo a la percepción de Robles y que él mismo convierte en una nueva forma de expresión visual.

Gerardo, pieza por pieza, hace una no-censurada, corrosiva y fiel plasmación en sus cuadros, creando, sí, una alternativa, pero que se eleva a una experiencia cristalizada por los designios ideológicos de la vorágine del autor. Es un proyecto que sale del mundo moderno porque no es publicitario, pero es particular en su especie porque es rebelde ante la domesticación institucionalista.

La producción en su generalidad consta de 23 piezas, la cual es peculiar tanto como atrevida dentro de las colecciones de Gerardo, porque no obedece al estilo al que nos tiene acostumbrados, sino más bien experimenta, desarrolla y plasma la libertad sin pretensiones con la comodidad de él mismo al hacer lo que a gusto le antoje con imágenes, figuras y alegorías. También prueba la sensibilidad al utilizar colores brillantes, dorados, claros, que no se habían ocupado antes dentro de las colecciones… que simplemente agrupan, aterrizan, logran con éxito la renovación de la cosmovisión pictórica del autor, que es sencillamente y nada más que: Gerardo Robles en el Reordenamiento del Caos…

“Yo no soy racista, a mí me cagan todos por igual”

Gerardo Robles

Te adjunto las ligas para que conozcas más acerca del autor.

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Alejandro Martin del Campo Glez.

Nación Alternativa bandas nacionales en movimiento.

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