La ley de Murphy

Por Andrea Caballero:

Qué título tan oscuro para una una mujer tan luminosa. Quizá después de esta primera frase, ya tengas idea de quién estoy hablando, y si no es así, pues te lo diré ya. Me refiero ni más ni menos que a una de las cantantes, compositoras e íconos de moda más grandiosas que Irlanda ha regalado al mundo: Róisín Murphy, nacida en 1973.

Se le describe como una niña creativa, quien gracias a su madre tuvo cercanía con las ventas de garage (posible cuna de su estilo), y que para su adolescencia tuvo amigos que vestían de negro y escuchaban a Jesus and Mary Chain. Tales eventos la llevarían a conocer al bajista, guitarrista e ingeniero de sonido Mark Brydon, con quien formaría Moloko, banda que nació como resultado de varios experimentos musicales entre los dos, mismos que los llevarían a lanzar en 1995 su primer albúm titulado Do you like my tight sweater?, y ya desde el título podemos adivinar que se convirtió en un favorito del sector underground, no sólo por su perfecta mezcla de diversos géneros musicales (pop, funk, electro, etc.), sino también por el carisma, la presencia y la estética de Murphy. 

 Brydon, Murphy y la portada de su álbum

Para 1999 llegó la canción que pondría a Moloko y a Róisín en los reflectores: Sing it back, que además de ser tremendamente pegajosa produjo momentos audiovisuales que han quedado grabados en la memoria de la música, éstos van desde las interpretaciones en vivo, hasta los vídeos que ella como solista ha realizado al ritmo de este track, por ejemplo, su performance en compañía del Dj Koze en donde luce como una elegante bruja moderna, o el video oficial Róisín, en el que se convierte en una alucinante visión con un outfit de espejos, como si fuera una bola disco. 

Sing it back, video oficial.

Dos años después, en 2001, Moloko se separaría, y, si bien muchos creyeron que fue el fin de este icónico dúo, para 2006 volvieron a reunirse con el fin de lanzar la compilación Catalogue, lo que se convertiría en una especie de declaración de que el proyecto no quedaba de todo en el olvido.

Si bien Murphy ha cantado en proyectos solistas desde 1999, fue en 2004 cuando comenzó de manera formal su carrera en solitario, y en 2005 lanzó su primer disco bajo el título de Ruby blue. En él combina géneros como el jazz, northern soul y sonidos que simple y llanamente vienen de los objetos que utilizamos a diario, también destacan canciones como Sow into you. Su disquera de toda la vida no apoyó completamente este disco, ya que deseaban darle un sonido más “comercial”, a lo cual se opuso Murphy y decidió mantenerlo tan puro como fuese posible. La dirección artística del álbum quedó a cargo del pintor Simon Henwood, quién realizó varias pinturas las cuales además de ser parte del disco, también fueron expuestas en galerías, y no era para menos, ya que Henwood es un virtuoso de lo que hace (pintor, ilustrador de libros infantiles, director de arte, etc.), lo cual quedó claro con todas las obras realizadas para Róisín, donde sabe exactamente cómo resaltar las texturas y hacer vibrar los colores de las prendas que ella viste, ya que, dicho sea de paso, este genio de la pintura es un apasionado de la moda.

Pintura de Henwood para el albúm Ruby Blue.

Henwood

Róisín no ha parado de crear, ha lanzado cuatro álbumes más: Overpowered (2007), Hairless Toys (2015), Take her up to Monto (2016) y Róisín Machine (2020). Tampoco la pandemia del 2020 la detuvo, y ofreció formidables actuaciones mezclando sus temas con música disco y visuales dignos de los años setenta, realizadas éstas vía streaming desde la intimidad de su apartamento. 

Con el paso de los años y la creación de cada uno de sus álbumes, hemos podido ser testigos de la evolución y enriquecimiento musical de Murphy, que, si bien desde un inicio ha dado a luz a increíbles piezas, con cada nueva nota cantada y beat nos deja claro por qué se ha convertido en pieza fundamental de la música electrónica y sí, también del pop a nivel mundial, que aunque muchos no reconozcan a primera vista han sido hechizados de una forma u otra por sus cantos de sirena experimental.

Para algunos la vestimenta, maquillaje o accesorios que utilicen sus músicos o cantantes favoritos son lo de menos por considerarlos a lo mejor algo frívolo, pero en el caso de Murphy es totalmente lo opuesto. Con cada aparición o atuendo ella cuenta una historia, dejando expuesta su esencia, alma, espíritu o como deseemos llamar a aquello que la hace especial y de lo que muchos carecen, y que, sin importar cuánto hagan, jamás podrán conseguir. 

Es una mujer y creadora con fuego por dentro que no obedece otros preceptos más que los propios, que sin alardear y con toda naturalidad ha cantado, ha actuado y ha vestido lo que muchos en pleno 2021 llaman nuevo, original e innovador. Murphy por siempre estará adelantada a su época, ofreciéndonos música que quizá no apreciamos en todo su esplendor y regalándonos un poquito de la eléctrica fantasía que corre por sus venas. ¡Larga vida a Róisín Murphy, reina pop!

Murphy en su aparición en el desfile de Viktor&Rolf, primavera 2010.
Róisín usando una triple máscara para el lanzamiento de la fragancia Bvlgari en 2017
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