Los microrrelatos: arcoíris que tejen la vida
Por Yessika María Rengifo Castillo:
La diferencia entre un relato corto y una novela reside en lo siguiente: un relato corto puede tratar de un crimen; una novela trata del criminal, y los hechos derivan de una estructura psicológica que, si el escritor conoce su oficio, habrá descrito previamente… Las novelas cumplen una condición que no se encuentra en los relatos cortos: el requisito de que el lector simpatice o se familiarice hasta tal punto con el protagonista que se sienta impulsado a creer que haría lo mismo en sus circunstancias…
Philip Dick[1]
Los microrrelatos se han posicionado como las minihistorias que develan los eventos o hechos que ocurren en los sentimientos y pensamientos de los seres humanos desde el amor, la alegría, la melancolía, la vida y la muerte, que logran consagrarse en hechos universales que transcienden las barreras del tiempo; sin embargo, esta nueva alternativa de la narración toma relevancia cuando se genera la evolución del poema a la prosa a finales del Romanticismo en el siglo XIX con la finalidad de instaurarse en el Modernismo y el Vanguardismo.
Algunos representantes del microrrelato en Hispanoamérica son: Rubén Darío, Alfonso Reyes, Julio Torri, Leopoldo Lugones, Ángel de Estrada, Ramón López Valverde, Vicente Huidobro, Macedonio Fernández, Juan José Arreola, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, entre otros, que han logrado contar historias fascinantes en breves palabras.
Zavala define que:
La llamada minificción suele condensar en muy pocas líneas elementos de narración, ensayo, poesía, crónica y otros géneros de la escritura. Se caracteriza por la extrema brevedad y la presencia de la ironía literaria, todo lo cual propicia una estructura paradójica y una relectura cuidadosa… Es un género que se ha desarrollado de manera espectacular en la región hispanoamericana, ya de por sí destacada por una producción cuentística muy diferente de la europea (2002: p.11).
Es decir, el microrrelato es un universo de historias que acude a figuras literarias con el propósito de contar los acontecimientos que acompañan a los seres humanos en su caminar, que suele estar permeado de alegrías y tristezas.
Violeta Rojo establece una definición del microrrelato teniendo en cuenta la brevedad, el lenguaje preciso, la inclusión de la anécdota comprimida, los aspectos intertextuales y los protagonistas. Desde esas características se define que:
El microrrelato es una narración breve y de carácter ficcional en la que los personajes y el desarrollo de las acciones se generan de una manera rigurosa y económica en la que es muy común la referencia intertextual como meta literaria. De esas circunstancias nace el hecho de que el microrrelato pueda acudir a otros géneros o subgéneros literarios que lo hacen placentero (1997: p.42).
Además, los microrrelatos se convierten en elementos propositivos y participativo de los lectores como define Rodríguez y García Perera así:
La característica de los microrrelatos que les permite omitir elementos, con el fin de que el lector los intuya o imagine, ofrece la posibilidad de teorizar sobre la trama. Los aprendientes tendrán la posibilidad de debatir sobre el significado que el autor ha querido dar a la historia, o divagar sobre otras explicaciones posibles gracias a su final abierto. De esta manera, se fomenta el diálogo profesor-estudiante y estudiante-estudiante. Debido a esta misma razón, sumada a la brevedad antes descrita, trabajar con microrrelatos supone una oportunidad provechosa para llevar a la práctica (2016: p. 66).
Lo cierto es que los microrrelatos son estrategias que presentan eventos sociales y culturales del mundo en breves palabras, haciendo del lector un agente participativo y propositivo de las mismas.
Desde ese marco han de considerarse los dos microrrelatos que se presentan:
Elena
Intentando encontrar el aroma de su piel en las dalias, los recuerdos aceleraron mi loco corazón que se resiste a aceptar su ausencia en mi fría cama, que no deja de llamarla en noches de invierno. Elena se ha ido, juega con las nubes y el canto de las gaviotas que arrullan nuestro retoño en su dulce vientre, que me robó la muerte.
Los lienzos del jardín
Los lienzos se fueron en los tristes otoños que recorrieron mi puerta, mi puerta que estuvo cerrada durante cuatro años, de la que tus frágiles manos no tocaron el timbre de mi corazón. Esa mañana, tus celestes ojos se encontraron con la tristeza y los canarios que arrullan tus oídos en primavera en la casa de la que tanto hablas. Los cuadros han vuelto a nuestro jardín y sigues en el verano de Berlín sin mí.
Para concluir, los microrrelatos son sucesos cotidianos que develan y cuentan el accionar de los sujetos desde los sentimientos y pensamientos que los acompañan en su peregrinar. De ahí la importancia de leerlos como instrumento de aprendizaje y fantasía, que tejen sucesos sociales, culturales, políticos y económicos de una nación o del mundo; es decir, los microrrelatos son arcoíris que tejen la vida en todas sus dimensiones de invierno, otoño, primavera y verano, que suelen hacerla encantadora y trascender las barreras del tiempo.
Todo lo anterior ha permitido comprender que los procesos de lectoescritura son una competencia interdisciplinar que se manifiesta en todos los ejes del conocimiento ayudando a entender el accionar de los sujetos.
Referencias bibliográficas
Rojo, Violeta. Breve manual para reconocer minicuentos. Eds. Colección Libros del Laberinto, 54. México: Universidad Autónoma Metropolitana, 1997.
Rodríguez
Rodríguez, María Nayra y García Perera, Dara. “El Microrrelato como material
didáctico en la adquisición de la Gramática en ELE.” Revista de Lingüística y Lenguas Aplicadas. 11 (2016): 61-70.
Zavala, Lauro. “La minificción en Hispanoamérica.” Quimera. Núms. 211-212 (2002): 11-12.
[1] Escritor, ensayista, novelista y guionista estadounidense, autor de El hombre en el castillo (1962), ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (1968), Ubik (1969) y Fluyan mis lágrimas, dijo el policía (1974).