Rastros del Romanticismo en Colombia
Por Yessika María Rengifo Castillo:
El romanticismo representaba un paso necesario en la evolución literaria europea; rompe los moldes formales y nadie, tras su paso, puede olvidar su surco. Llenará sus ruinas con un contenido retrógrado; pero quedará la palabra más libre.
Max Aub[1]
El romanticismo es un movimiento estético que inicia en Europa a finales del siglo XIX e inmediatamente se extiende en América Latina. Recordemos, que una obra romántica no es sólo aquella que narra, declama o representa, los sucesos sociales y culturales de una forma amorosa y delicada.
No; el romanticismo se instaura como una escuela estética y sus diversos ítems como: las batallas que destacan al héroe individual, la soledad como el himno de los artistas, la locura, la melancolía y la alegría como fragmentos de la desadaptación social, el anhelo frenético de los viajes a lo desconocido y, el amor verdadero como insignia de lo imposible. Uno de los ejemplos del romanticismo en Colombia es la novela María de Jorge Isaacs. A continuación, un fragmento de esa novela:
Aquella noche, a la hora de retirarse la familia del salón, María estaba sentada cerca de mí. Después de haber vacilado mucho, le dije al fin, con voz que denunciaba mi emoción: “María, esas flores eran para ti.” Ella balbucía alguna disculpa cuando tropezando en el sofá mi mano con la suya, se la retuve por un movimiento ajeno a mi voluntad. Dejó de hablar. Sus ojos me miraron asombrados y huyeron de los míos. Pasóse por la frente con angustia la mano que tenia libre, y apoyó en ella la cabeza., hundiendo el brazo desnudo en almohadón inmediato… Las almas como las de María ignoran el lenguaje mundano del amor; pero se doblegan estremeciéndose a la primera caricia de aquel a quien aman, como la adormidera de los bosques bajo el ala de los vientos. (2003: p. 115).
Al respecto conviene decir que la novela María es un capitulo del romanticismo que devela el sentir y el pensar del autor desde el amor, la melancolía, el deseo y lo imposible del accionar humano en un mundo de incomprensión.
El romanticismo halló en Colombia un espacio para su desarrolló, en temas románticos como capítulos de la conquista, leyendas de la colonia, heroísmos de la independencia, y luchas ideológicas entre compatriotas por la organización de la nueva república. Frente a ese panorama se suma la belleza de los paisajes colombianos. Además, algunas características del romanticismo son:
- Culto al “yo” que es la exaltación de la propia personalidad; de ahí el predominio de lo subjetivo.
- El ansia de la libertad política, moral, sentimental y literaria.
- El dominio del sentimiento y la imaginación en la creación literaria.
- La angustia de la existencia y el sentir de la vida como un problema insoluble que empujan vagos anhelos.
- El espíritu idealista como aspiración a un mundo superior, que se concreta en la humanidad, la patria y la mujer.
- El choque de la realidad que sobreviene el desengaño y la huida al espacio-temporal hacia al pasado.
- La intimidad de los poetas con sentimientos de amor, dolor y ensueño que terminan en la temática de la mujer, la muerte, la patria, el propio infortunio, lo trascendental, el arte y la naturaleza como proyección del propio “yo.”
De estas circunstancias nace el hecho de que algunos poetas románticos evidencian esas características. Estos son:
Gregorio Gutiérrez González (1826-1862). Poeta antioqueño nacido en la ceja. Realizó estudios de Jurisprudencia, fue magistrado del Tribunal Superior de Antioquia y representante, pero su verdadera vocación era la literatura. Su romanticismo se presenta en poemas delicados y melancólicos como el que dedicó a su esposa en:
A Julia
Juntos tú y yo vinimos a la vida
llena tú de hermosura, y yo de amor;
a ti vencido yo, tu a mi vencida,
nos hallamos por fin juntos los dos.
Y como ruedan mansas, adormidas,
juntas las ondas en tranquilo mar,
nuestras dos existencias siempre unidas
por el sendero de la vida van.
Rafael Pombo (1833-1912). Nació y murió en Bogotá. Inicialmente estudio matemáticas en Inglaterra, luego viajó a Estados Unidos, donde permaneció varios años. Allí se decidió por la literatura. Cuando regresó a Bogotá ya era popular. Además de poesía escribía critica literaria, historia, religión, bellas artes, derecho internacional y colaboró con algunos periódicos. Usó varios seudónimos, el más conocido: Edda. En esa línea Pombo es el más representativo de los poetas románticos en Colombia con su espíritu profundamente lirico, trata los temas universales del hombre: el amor, la muerte, la existencia, la patria, la noche, la naturaleza, entre otros.
La critica literaria lo ha clasificado como el poeta genial de Colombia, por sus cualidades extraordinarias para reproducir sentimientos, ideas e imágenes. En su poema Noche de Diciembre, se establece un desbordamiento de los sentimientos ante lo eterno, el dolor y la embriaguez ante la contemplación de la noche. Un fragmento de ese poema es:
Noche como ésta, y contemplada a solas
no la puede sufrir mi corazón;
da un dolor de hermosura irresistible;
un miedo profundísimo de Dios.
Ven a partir conmigo lo que siento;
esto que abrumador desborda en mí;
ven hacerme finito lo infinito
y a encarar el angélico festín.
¡Mira ese cielo!… Es demasiado cielo
para el ojo de insecto de un mortal,
refléjame en tus ojos un fragmento
que yo alcance a medir y a sondear.
Diego Fallón (1834-1904). Nació en Santa Ana (Tolima) hoy llamado Fallón en su honor. Estudió ingeniería en Inglaterra y de regreso al país se dedicó a la enseñanza. En su poema La Luna, canta con profunda subjetividad a los elementos de la naturaleza. Por ejemplo:
Absorta allí la inmensidad saluda,
su faz humilde al cielo levantada;
y el hondo azul, con elocuencia muda,
orbes sin fin ofrece su mirada
un lucero no más lleva por guía,
por himno funeral silencio santo,
por solo rumbo la región vacía
y la insondable soledad por manto.
¡Cuán bella, oh luna, a lo alto del espacio
por el turquí del éter lenta subes,
con ricas tintas de ópalo y topacio
franjando en torno tu dosel de nubes!
Lo anterior muestra la esencia del corazón de los poetas a través de las palabras. Palabras que han sentido en algún momento de sus vidas felices, tristes, soñadoras, desilusionadas e incomprensibles, que son elementos del romanticismo.
En contraste con lo que se ha venido hablando nacen los siguientes poemas:
No regresas
Pálida y fría, borras nuestra vida,
que se pierde entre nubes del olvido,
donde, mis lagrimas se esfuman, rosa mía,
mis sueños son una pesadilla.
Nada hay más triste que mirar los vientos
sin ti; pero en mi sufrimiento
tus margaritas abrazan a mi corazón
aunque no regresas amor mío.
Líneas del pasado
Volver atrás es recordarte,
entre inviernos de octubre,
llamándote en silencio, tus caricias,
tus besos, tus palabras… Líneas del pasado
te llaman cielo mío,
pero las mariposas no regresan en otoño.
Es decir, que el romanticismo es un canal de exaltación del sentir y pensar los sujetos en los ires y venires de la vida. En algunas ocasiones de esperanza, de sueños, de amor, de nostalgia, entre otros.
La invitación es a leer los rastros que consagro el romanticismo en el mundo y específicamente en Colombia, como una estrategia ante el inconformismo de los seres humanos frente al camino, y el llamado al amor, la naturaleza, el idealismo, la libertad, y el dualismo entre la vida y la muerte que lo consagran como un movimiento literario fantástico.
Referencias bibliográficas
Arciniegas, Germán. Genio y figura de Jorge Isaacs. Buenos Aires: Eudeba. 1967
Erlin, Isaiah. Las raíces del romanticismo. Buenos Aires: Taurus. 2000
Isaacs, Jorge. María. Bogotá: EDAF. p.115. 2003.
Villabona
de Rodríguez, Cecilia. Español Sin Fronteras 8. Santa fe de Bogotá: Voluntad
Editores y CIA. S.C.A. 1986.
[1] Escritor, novelista, poeta, ensayista y dramaturgo español de origen francés, autor de Campo cerrado (1943), Campo de sangre (1945), Geografía (1964) y Diarios 1939-1972 (1998).