Retratando el caos: Sebastião Salgado

Por Leto Gómez:

La fotografía sociodocumental se enfoca en retratar las crisis que sufre la sociedad a lo largo de la historia como guerras, hambrunas, desastres naturales y sociales. Su función principal es informativa, ya que al ser material de publicación para cierto tipo de medios de comunicación se convierten en una especie de legado que posteriormente invita a reflexionar sobre los hechos. A este tipo de fotografía también se le denomina fotografía humanista. Salgado es especialista en retratar el caos y de una forma artística y armónica. Su trabajo, para muchos, es un tanto controversial y muchos críticos lo acusaron de utilizar de manera cínica y comercial la miseria humana, de exponer la belleza de situaciones dramáticas corriendo el riesgo de hacer perder su autenticidad. En una entrevista con periódico El País, señaló lo siguiente:

“se dijo que yo hacía estética de la miseria. ¡Y una mierda! Fotografío mi mundo”.

Sebastião Salgado. El País.

Durante cuatro décadas él ha retratado los mayores horrores cometidos por la humanidad y las grandes bellezas naturales del planeta, con su emblemática fotografía en blanco y negro y su estilo rico en texturas y altos contrastes.

Entre 1984 y 1986 trabajó con la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras. Fue un proyecto de 18 meses de duración, el cual documentó la hambruna en África. Esta serie de fotografías muestran imágenes crudas y desgarradoras, donde los mismos individuos transmiten emociones de desesperación, impotencia y sufrimiento. Este fotógrafo sabe cómo captar con exactitud la esencia del momento y sus imágenes nos enseñan con arte las desastrosas consecuencias de la pobreza y la enfermedad. Por otro lado, también da a conocer los hermosos paisajes que la madre naturaleza ofrece en ambientes un tanto hostiles y maravillosos al mismo tiempo.

Al final del proyecto se publicaron dos libros, Sahel, l’Homme en Détresse y Sahel el fin del camino. Los dos libros, junto con una serie de exposiciones fotográficas, fueron creados específicamente para apoyar los esfuerzos de Médicos Sin Fronteras.

De 1986 a 1992 Sebastião capta el espíritu de hombres y mujeres trabajadores de 23 países conservando su estilo fotográfico en blanco y negro y altos contrastes. Mostró un paisaje infernal de las minas de Indonesia, el drama de la pesca tradicional en Sicilia, y la resistencia de los buscadores de oro en Brasil, rindiendo así homenaje al ocaso de los métodos tradicionales de trabajo y al mismo tiempo dio a conocer el fin de la era industrial a gran escala. Un año después, en 1993, publicó el libro Trabajadores: arqueología de la era industrial. Más de 100 000 copias del libro fueron impresas, y una gran exposición ha estado circulando por todo el mundo en más de 60 museos hasta ahora.

Tras pasar años capturando imágenes de los momentos más duros de la historia de la humanidad y cansado de los horrores que había presenciado, a mediados de los 90, regresó al estado Minas Gerais en Brasil. Fue en esta región que junto a su esposa Lélia tomó la decisión de volver esta tierra a su estado natural, tras recibir un campo totalmente arrasado, erosionado y seco. En 1998 fundaron el Instituto Terra y con Lélia como presidenta del proyecto comenzaron a reforestar la tierra. Con más de 4 millones de semillas de especies nativas criadas por ellos, reforestaron por completo la Hacienda Bulcao con su flora original, dándole vida a un proyecto emblemático y esperanzador para todo el mundo.

Con el tiempo, Salgado fue dejando de lado, aunque no del todo, la fotografía sociodocumental para llevar sus trabajos al campo del medio ambiente y la conexión del ser humano consigo mismo. Mientras se reforestaba la hacienda, Salgado tomaba imágenes que serían una forma de legado visual sobre la Tierra y su belleza, que luego serían publicadas en su obra titulada Génesis. Actualmente el Instituto Terra ha recuperado más de 297 especies de árboles nativos.

Si te gustó, ¡Espero nos puedas compartir!

Leto Gómez

Transmito conocimiento de como los grandes fotógrafos y corrientes percibían el mundo, a través de una imagen pintada con luz.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *