Neon Club: la genialidad electro-pop de Yael Castillo.
Por Alejandro Martín del Campo Glez:
A lo largo de estos meses, de este catastrófico año 2020, durante la búsqueda de nuevas propuestas musicales me encontré con este fresco, moderno y original proyecto sonoro de electro–pop llamado Neon Club, integrado por Yael Castillo, que además de ser el vocalista de este grupo colectivo también cuenta con una interesante trayectoria musical como productor de diferentes bandas y protagonistas del medio artístico. Así es que de manera amable nos acercamos a él para pedirle una entrevista, a la cual accedió de manera atenta y puntual. Muchas gracias, Yael Castillo, por permitirnos este acercamiento.
Una pregunta obligada
para conocer las raíces de un proyecto es sobre la esencia de su nombre. ¿De dónde
surge la idea del proyecto Neon Club?
La idea surgió de la necesidad de hacer algo diferente que desafiara en el
aspecto personal todas mis habilidades como productor musical y compositor: el synthwave es un género en el que nunca había incursionado, pero yo estaba
tan enamorado de lo que hacía una banda llamada The Midnight que fue una
completa inspiración para poder llevar todo esto a cabo. Así que comencé a
estudiar el género y los sonidos que se utilizan. Me clavé en la influencia de
la música de los 80’s y esa ‘tribu’ de bandas actuales como The Midnight lo estaba llevando a otro nivel y eso fue suficiente para
dar el siguiente paso.
Me causa curiosidad
saber acerca de tus influencias musicales. ¿Qué nos puedes decir?
Como te comentaba, la más grande influencia es The Midnight. Soy un
gran fan de esos 2 personajes. También, toda esa tribu de bandas actuales con
influencias de 80’s como FM 84 o Kidburn sirvió mucho para el sonido del Neon Club, pero en otros
aspectos como en letras las cosas se van un poco más al fondo tomando a
referentes como John Mayer. Siempre estoy escuchando música y
siempre tomo especial atención a muchos detalles. Muchos géneros y artistas me
han ayudado en lo que ustedes pueden escuchar actualmente y espero que puedan
apreciar la combinación de todo lo que ha llegado a mis oídos, y que ahora está
en los suyos.
Es interesante tu trayectoria, por lo cual nos gustaría saber, ¿a qué grupos o bandas perteneciste anteriormente?
Anteriormente pertenecí a bandas de rock, una banda llamada Sonsout, que tuve junto con la youtuber Miranda Ibáñez, fue el último proyecto en el que estuve formalmente. Llevo casi toda mi vida creando música, pero siempre se había partido entre rock y derivados o música acústica y es por eso por lo que el Neon Club fue diferente, fue una reinvención y fue un reto, y honestamente estoy feliz con el resultado. De hecho, es el proyecto más bonito y con mayor peso en el que he estado, y espero que puedan sentirlo.
Uno de los temas que
brilla de manera natural es Inconclusos. ¿Por qué Inconclusos? ¿Cuál es la historia detrás de esta canción?
Un día mientras estaba sentado componiendo la armonía y melodía de la canción,
llegó, como siempre, la pregunta más importante a mi cabeza: ¿esta canción de
qué va a hablar? A la par, los acordes y melodía me sonaban tristes tocados
solos en un piano, así que me llevó a imaginarme un escenario de duda, de un
amor inconcluso, y de alguna forma esa idea quedó clavada en mi cabeza. Días
después me encontraba divagando sobre el tema principal de la canción y
súbitamente llegó a mí la palabra ‘inconclusos’. Honestamente nunca había leído
o escuchado esa palabra aplicada de esa forma, y se me hizo genial. Decía todo
lo que yo quería expresar en mi cabeza con sólo una simple palabra.
Me senté a escribir la letra en una máquina de escribir y todo comenzó a fluir. El reto fue lograr que ambas voces (la de la chica que cantaría y la mía) contaran la historia logrando el efecto de que cuando escucharas la canción pareciera que se están cantando el uno al otro, pero que por otro lado, si solamente lees la letra, ésta parezca una carta dirigida completamente a ese amor inconcluso.
En el proceso
creativo de tu música, de productor a frontman,
y la colaboración con otros artistas, ¿cómo ha sido trabajar al lado de Karol
Distortion?
Fue muy bonito. Ella y yo somos amigos desde hace años, y cuando acordamos que
ella cantaría sentí este proyecto más especial. Hicimos un par de demos y,
cuando dimos con la idea, ya únicamente fue cuestión de ensayarla. Era la primera
vez que Karo grababa y, aparte, se
incursionaba en un género de este estilo. Estaba muy nerviosa, pero
honestamente creo que lo hizo perfecto. Después de grabar, ella dudaba un poco
del resultado, pero cuando le mostré la versión final todas esas dudas se
disiparon.
Estoy muy feliz con el resultado y emocionado de que lo puedan escuchar.
Captan nuestra
atención las letras de tus canciones y en especial del sencillo Fugitivos al Atardecer. ¿En qué te inspiraste para el tema?
Hace un tiempo que estuve en Canadá,
me enamoré de Toronto, de su gente y la amabilidad de todos, y cuando regresé a
la Ciudad de México me sentía un
poco fuera de mí. Estaba un poco inconforme. El sentido de alerta estaba
constante en mi cabeza, cosa que en Toronto nunca pasó. Como dice la letra,
sentía que “esta ciudad ya no era mi lugar” y comencé a escribir de eso. A la
par, un sentimiento de saber que el “hogar” es una persona y no un lugar vino a
mi cabeza y terminó siendo esa canción que trae, creo yo, un trasfondo muy
grande, pero que a primera vista parece una canción de amor.
Siempre hay una
pregunta obligada para todo artista musical; aparte de ser músico, ¿qué otra
cosa te hubiera gustado ser?
Definitivamente psicólogo, pero honestamente no me veo haciendo otra cosa que
no sea música. Así ha sido desde niño, y me siento completamente pleno con lo
que hago. Producir música siempre fue mi sueño y ahora que lo hago de forma
formal no me queda duda de que tome la elección correcta.
Entre otras cosas…
¿Cuál es tu opinión acerca del actual panorama musical?
Es muy difícil. El mundo digital vino a cambiar todo y los músicos debemos
aprender a vivir en él. Si no te adaptas, no sobrevives. A la par, el consumo
es muy rápido y uno como músico siempre debe estar pensando en el siguiente
movimiento. Por lo tanto creo que es necesario contar con varias cualidades y
conocimientos que puedas extrapolar a la música para simplemente no ser
olvidado. La llave es seguir creando, seguir publicando, aprender del mercado y
saber para dónde vas. La llave es no abandonar esta industria, que cada día es
más difícil, pero a la vez más independiente. Sólo es cuestión de saber dónde
buscar.
¿Cuál piensas que es
tu mayor aporte musical como artista con el tema Inconclusos?
Creo que será tocar fibras sensibles. Es un tema con el que creo que todos nos
identificamos y que a muchos les removerá el corazón. Así que espero que, si tú
que estás leyendo esto decides llamarle a esa persona gracias a Inconclusos,
todo te salga bien. De lo contrario, nos veremos pronto en alguna presentación
donde podrás bailarla con lágrimas en los ojos.
Todo se olvida en la pista de baile.
En tu carrera como
productor, ¿qué bandas has producido?
A lo largo de los años he estado involucrado en muchos proyectos, pero durante
el último año es cuando he estado produciendo de forma estable, he estado trabajando
todas las producciones que han salido y venideras del Neon Club. También he
trabajado y sigo trabajando con un artista de rap llamado Dhag. Dentro
de poco saldrá algo nuevo de trap
para un querido colega y artista llamado Luengas,
también algo de rock psicodélico para
los amigos de Instadec, y un par de
proyectos más de R&B y rock. Como podrás ver me gusta producir géneros
distintos y siempre estoy abierto a una nueva producción o colaboración.
Ahora que estamos
tocando el tema de producción sonora, ¿qué productores han influido en ti?
Como te comentaba, siempre he sido una persona muy clavada en la música. Cada
que alguna canción o disco me gustaba lo primero que hacía (y sigo haciendo) es
correr a ver quién lo ha producido, Sin duda estoy lleno de referencias pero al
menos actualmente estoy muy clavado en el trabajo que hace Tim, el productor de
The Midnight, y en lo que está haciendo Blackbear.
De tu experiencia como productor, háblanos un poco al respecto.
Para serte honesto mi experiencia como productor ha sido únicamente placentera. Amo producir. Me encanta llevar de la mano todo el proceso creativo a lado de los artistas, y la realidad es que producir es algo sumamente íntimo. La mayoría de los artistas ponen su alma y corazón en las canciones que hacen, y uno como productor debe respetarlas, entenderlas, desmembrarlas y abrazarlas. Por otro lado, te conecta de una forma mucho más íntima con ellos, te abre las puertas a poder entenderlos más como músicos, personas y seres humanos, y eso es algo invaluable. Así que como lo veo podemos empezar trabajando como desconocidos, pero eventualmente esa relación laboral se convertirá en amistad.
» La mayoría de los artistas ponen su alma y corazón en las canciones que hacen, y uno como productor debe respetarlas, entenderlas, desmembrarlas y abrazarlas».
¿Cuál ha sido tu
experiencia de pasar a ser productor y frontman?
¿Cómo ha sido esto?
En mi experiencia, creo que hay una gran diferencia, pues te da la
facilidad de tener todo el control creativo, y eso es liberador. Creo que dejas
mucho más de ti dentro de esas canciones, y al momento de dar la cara como un frontman lo haces con mucha más
seguridad, sabes el porqué de cada cosa, conoces todo lo que está pasando, lo
que debe pasar y de alguna manera eso te da control sobre la situación, sin
mencionar que es un proceso constante de auto conocimiento, aprendizaje y
evaluación. Me atrevo a decir que cada que termino una canción soy una persona
diferente a la que la comenzó. Es un proceso introspectivo y de evolución, y
estoy súper cómodo con ello.
Si te interesa saber más y deseas apoyar este excelente proyecto llamado Neon Club, sigue los enlaces que a continuación te presentamos.
Publicado por Neon Club en Jueves, 10 de septiembre de 2020