“Mas, si osare un extraño enemigo…” La batalla de Puebla

Por Alejandra Martín del Campo:

El 16 de septiembre 1810, el mismo día en que México nace en la vida independiente, comienza su lenta agonía, y es que el s. XIX estuvo marcado por una constante de guerras intestinas y una que otra invasión extranjera que hicieron de México un país desunido, desesperanzado, destrozado.

A partir de 1810 México intentó todas las formas posibles de gobierno. Su vida independiente comienza con la burlesca forma de un Imperio Mexicano a lo que le siguen un sinfín de presidentes, algunos de corte centralista, otros federalistas, algunos conservadores y otros liberales, sin omitir que hasta existió una alteza serenísima, un emperador extranjero y un dictador absolutista.

Cada nuevo mandatario significaría una nueva asonada militar y un nuevo castigo para el pueblo llano que se convertía, por ello, en proveedor de alimentos, de hombres para la leva, de mujeres para violarlas y de niños para explotarlos a manos del ejército en turno.

Con un panorama tan desolador, la verbena por la Independencia impulsada por Guadalupe Victoria, la bandera de Iturbide y el himno nacional de Santa Anna no significaron nada para aquel pueblo vejado, pobrísimo e ignorante, que antes que sentirse mexicano suspiraba por los tiempos novohispanos, pues, aunque escasas, gozaron de ciertas protecciones y libertades que el México independiente les arrebató. 

De nada sirvió a aquellos pobres mexicanos que Morelos, Guerrero, Juárez o Díaz tuviesen raíces indígenas, si una vez que se hicieron con el poder fueron quienes más los castigaron y repudiaron. Tampoco les valió que la esclavitud fuese abolida o que la ley anulase la jerarquía de castas, si de todas formas eran explotados hasta la muerte en las antiguas haciendas de los conservadores o en los nuevos latifundios de los liberales, y si su destino era más deplorable cuanto más morena era su piel.

Colección Las Glorias Nacionales
Cartones para el Periódico La Orquesta.
Autor: Constantino Escalante.
Año: ca. 1868.
Técnica: Caricatura / Litografía.
Localización: Instituto Nacional de Antropología e Historia.

México no tenía sentimientos de identidad. Era imposible tenerlos en medio de tanta guerra ocasionada por el egoísmo y las ansias de poder de políticos y militares y con un pueblo hambriento y sacrificado.

Tuvo que perderse Texas y California para generar un poco de conciencia nacionalista tanto en los privilegiados como en los desprotegidos. No surgió de inmediato, tampoco tocó a todos los mexicanos, pero tras tanta estocada fueron muchos los que comenzaron a sentir dolor por aquel México agónico que sobrevivía por puro milagro.

La llegada de los franceses

Los franceses llegaron invitados por los conservadores con la idea de imponer un imperio extranjero en estas tierras. Las condiciones eran las más favorables para Napoleón III de Francia y para Maximiliano de Habsburgo y su esposa Carlota. La mayoría de los mexicanos los esperaba ansiosamente, al menos eso creían, y Estados Unidos, la súper potencia de América y vecino y protector de México, vivía una cruenta guerra civil.

El momento era clave. Napoleón III creyó que 7 000 hombres bastaban ya que, en caso de oposición, se trataba tan sólo de un puñado de indios desarrapados y hambrientos. Además, Maximiliano y Carlota llegarían a poner orden, hacer leyes, cobrar impuestos para pagar al ejército francés[1] y generar la felicidad y prosperidad tan suspirada y anhelada por todos los mexicanos.

La Batalla del 05 de mayo.
Autor: Jesús Cristóbal Flores Carmona.
Año: 2009.
País: México.
Técnica: Óleo sobre MDF.
Localización: Fundación de la Familia de Benito Juárez García, A.C

Pero lo inesperado sucedió: aquel 5 de mayo de 1862 el ejército francés, el más poderoso del mundo, fue derrotado frente a un insignificante ejército de “mestizos arrabaleros”.  

La tan anhelada identidad surgió ese día. Algunos militares conservadores se unieron a las fuerzas liberales para combatir a los franceses; después volverían a enfrentarse conservadores contra liberales, pero ese día serían un solo ejército para defender la patria.

El ejército mexicano se formó con retazos militares de por aquí y por allá. 4 000, quizás 5 000 hombres lo conformaron. Algunos, muy pocos, eran militares de carrera, la mayoría eran soldados forjados a través de las tantas guerras padecidas.

Se unieron también pequeñas tropas de indígenas que, sin más armas que sus hondas, se enfrentaron con valor al enemigo francés. Como dato adicional, fueron los indígenas de Tetela de Ocampo y no los de Zacapoaxtla los primeros en enfrentar valerosamente a los franceses. Es un grave yerro de la historia; ni modo, siempre los hay. Hasta la fecha se desconoce el heroísmo de los tetelenses mientras se ensalza el valor de los zacapoaxtlas.

Incluso Tlaloc ayudó: un torrencial aguacero enlodó literalmente el avance del ejército francés.

Ese 5 de mayo pelearon en la defensa de México hombres tan oscuros como Porfirio Díaz, Juan Nepomuceno Álvarez, Miguel Negrete y mucho más. Otros, igual de oscuros, como Leonardo Márquez, José María Cobos y Tomás Mejía pelearon por el lado francés. La historia posteriormente los colocaría a todos ellos en su debido lugar. La excepción es quizás Tomás Mejía, cacique indígena de Sierra Gorda, hombre de enorme valía cuya lucha no fue contra México, sino en defensa de la religión.

Batalla de Puebla
Autor: Desconocido.
Año: s. XIX.
Técnica: Óleo sobre tela, 21 x 30 cm.
Localización: Colección Museo de Historia Mexicana.

Pero ¿por qué es importante la Batalla de Puebla?

  1. Porque por primera vez los mexicanos hicieron valer la estrofa aquella que canta: “Mas, si osare un extraño enemigo, profanar con su planta tu suelo. Pienso, ¡oh, Patria Querida!, que el cielo un soldado en cada hijo te dio”.
  2. Porque la Batalla del 5 de mayo, gracias al portentoso telégrafo, tuvo impacto global. El descalabro francés tuvo efecto casi inmediato a nivel internacional.
  3. Porque México ganó a pesar de la superioridad bélica del ejército francés.
  4. Porque la debilidad del ejército francés bien pudo servir de aliciente para que, a partir de ese momento, Otto Von Bismark, primer ministro de Prusia, comenzara a preparar la guerra contra Francia de 1870.
  5. Porque la invencible Francia no había experimentado derrota alguna desde 1815, cuando Napoleón I fue aplastado en Waterloo.
  6. Porque, a diferencia de lo que se creía, el ejército mexicano, si bien estaba formado por hombres pobres y desarrapados, tenía también capacidad técnica, formación y una precisa organización.
  7. Porque la derrota francesa daba a las naciones europeas un claro mensaje: una invasión a América significaría un alto y costoso riesgo.
  8. Porque Francia hubo de enviar 30 000 soldados más para lograr la imposición de un emperador europeo.
  9. Porque la batalla del 5 de mayo alentó a países como China, Irlanda, Filipinas y otros más a luchar contra sus opresores.
  10. Porque México, más que Estados Unidos, fue el verdadero defensor de la Doctrina Monroe. “América para los americanos” fue la enseñanza que México dejó a las potencias europeas ese 5 de mayo de 1862.
  11. Porque tras la derrota del 5 de mayo el ejército francés tuvo que replegarse, curar sus heridas y esperar refuerzos que llegarían un año después. Durante ese “compás de espera”, Estados Unidos terminaría su guerra civil con el norte como ganador, impidiendo que Napoleón III tuviese a Estados Unidos como aliado; de haber ganado el sur, la historia habría sido otra.
  12. Porque ese día México, por primera vez desde que emergiera como nación independiente, fue el actor principal en el teatro de las naciones. Hasta ese momento México era considerado tan sólo un títere de los poderosos sin cualidad alguna para manejar su destino. El 5 de mayo de 1862 México demostró quién era.

Es cierto que posteriormente Francia tomaría México y que Maximiliano impondría su imperio, pero eso es otra historia.

No puede terminarse este escrito sin ponderar la figura de Ignacio Zaragoza, uno de los verdaderos héroes de la historia de México, y quien lamentablemente ocupa un lugar segundón. Todo lo acontecido aquel 5 de mayo de 1862, fue gracias a la grandeza, visión, mando y patriotismo de Ignacio Zaragoza. Ya es tiempo de darle su justo valor.

Hoy vais a pelear por un objeto sagrado: vais a pelear por la Patria…
Nuestros enemigos son los primeros soldados del mundo; pero vosotros sois los
primeros hijos de México y os quieren arrebatar vuestra Patria.
Soldados, leo en vuestra frente la victoria…”

Palabras de Ignacio Zaragoza antes de iniciar la batalla.


[1] Éste es el caso donde un ejército invasor debe ser pagado por el país invadido.

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2 comentarios sobre ““Mas, si osare un extraño enemigo…” La batalla de Puebla

  • el 5 mayo, 2021 a las 3:14 pm
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    Sorprendente ver comi el mexico de hace dos siglos sigue siendo muy similar al de hoy en la desunion, pero que ante un extraño enemigo (llamese catastrofes naturales ultimamente) siempre nos unimos en uno solo, grandes lecciones de esta fecha tan importante en este articulo

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  • el 5 mayo, 2021 a las 9:59 pm
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    Excelente felicidades por tu artículo y las pertinentes aclaraciones

    Respuesta

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