Fotografía constructivista I: Una nueva doctrina visual
Por Leto Gómez:
Las diferentes corrientes artísticas han marcado ciertas regiones del mundo. Así fue el constructivismo en los años 20, cuyo auge fue en Rusia. La pintura, el diseño gráfico, la arquitectura, la fotografía o el cine nos muestran su influencia. Este movimiento surge del rechazo de los excesos decorativos y ornamentales que se consideraban propios del arte burgués; frente al art déco y el art nouveau que estaban en su máximo apogeo en Estados Unidos y Europa, en Rusia se creó un arte basado en la simplicidad, las líneas puras y las formas geométricas, inspiradas por el cubismo y el futurismo, surgiendo el cubo-futurismo, también conocido como Kubo-Futurizm.
Durante la revolución rusa, el constructivismo se convirtió en el arte oficial tras el triunfo y la manifestación estética de la nueva sociedad socialista. Los artistas constructivistas entendían el arte como una herramienta más de la revolución, que podía y debía contribuir a la formación del nuevo orden en la población y dar prioridad a la difusión de una ideología socialista.
Los artistas deseaban cambiar al mundo con sus obras, que consideraban siempre desde una perspectiva utilitarista y funcional, donde la estética esté siempre al servicio de la función; pero a la vez querían dar un giro en cómo se plasmarían ciertas ideas sin utilizar la pintura como tal, ya que era la herramienta más usada por los burgueses como medio de expresión, denotando cierto estatus social. No obstante, gracias a la fotografía se dio a conocer el cambio que tanto estaban buscando, ya que se popularizó en esa época, puesto que era una abstracción paradójica: aparentemente plasma la realidad, pero con una perspectiva distinta. No era raro que el artista Lissiztky entendiera la potencialidad de la fotografía y que Rodchenko (padre la fotografía constructivista) le diera un lugar de privilegio en el arte.
Alexander Rodchenko fue uno de los pioneros del constructivismo y liberó a la fotografía de las convenciones de la época. Este artista con luz se unió a los bolcheviques y fue nombrado director de la Oficina del Museo y del Fondo de Compras en 1920; se encargó de reorganizar las escuelas y los museos de la Unión Soviética. Las escuelas de arte y diseño creadas por el estado se convirtieron en un bullicioso núcleo de la vida artística soviética y fueron un adelanto de lo que sería la legendaria escuela Bauhaus en Alemania. Lo pioneros pedagogos que influirían en esta prestigiosa escuela fueron Rodchenko, El Lissitzky, Malevich, Kandinsky, Marc Chagall, entre otros.
La fotografía se convirtió en un papel importante en Rusia, el mismo político Vladímir Ilich Uliánov, mejor conocido como Lenin, entendió que sería muy difícil educar a una población que era el 70 % analfabeta, y con ayuda de las manifestaciones visuales de la fotografía la convirtió en una herramienta muy poderosa para educar a las nuevas generaciones y al mismo pueblo analfabeta, pero sobre todo para indoctrinar y promulgar los ideales revolucionarios. Y de todos los medios visuales no había ninguno que igualara las capacidades de la cámara fotográfica por lo mismo que muestra una realidad, plasmando lo intangible en algo tangible, y que es fácil de digerir visualmente hablando.
Otro punto a su favor es que el uso de la imagen se convirtió en propaganda, la cual podía llegar a cada rincón del país. También conocida como “propaganda en masa”, se pudo plasmar a través de la impresión de los famosos afiches, estampas y/o carteles. El propio Lenin había sugerido durante la guerra civil que cada soldado debía portar no sólo un arma, sino también una cámara fotográfica con el fin de recopilar evidencia visual que posteriormente sería utilizada en la propaganda.
Los artistas como el propio sistema sabían y aceptaban que las imágenes con luz en combinación con el diseño gráfico ser convirtieron en un medio de comunicación en masa, ideal para toda la población, derribó las barreras clasistas que vivieron durante mucho tiempo, mezclando perfectamente el arte y la tecnología. También trastocó un carácter único y atesoró de cierta forma la estética de la pintura para poder hacer piezas reproducibles en un cierto sentido industrial. La cámara es una auténtica herramienta visual y el artista se convierte en el operador de dicho aparato, cumpliendo el objetivo de que el arte es para todos, transformando e ilustrando a una sociedad analfabeta; los artistas se convirtieron en una clase reveladora que además asumía su papel igualitario en la nueva sociedad bolchevique.