Daniela Edburgo y su ironía a través de la fotografía

Por Leto Gómez:

Es una fotógrafa y artista nacida en Houston, Texas; vivió su infancia en San Miguel de Allende, Guanajuato, México egresada de la ENAP (Escuela Nacional de Artes Plásticas, UNAM) como licenciada en Artes Visuales.

Edburgo tiene como principales conceptos el comunicar dentro de sus obras fotográficas el consumismo, el capitalismo y “sobre todo”  la muerte , combinadas con humor negro, ironía, un toque de elegancia y burla; el elaborar montajes de escenas sobre situaciones un tanto descabelladas captando personajes que están en ambientes artificiales y situaciones absurdas representado sus obsesiones, mezclando elementos de la naturaleza, con una iluminación sencilla y una gama de  colores bastante intensa y en la mayoría de sus piezas aparece una figura femenina que sufre de desamor y autoestima, bombardeándola con estereotipos.

Una de sus series fotográficas mas representativas es Drop dead gorgeous, conformada por 13 piezas la cual establece una relación de deseo y consumismo entre ciertos productos comestibles y algunos objetos como cadáveres, demostrando que no hay una muerte más dulce que aquella provocada por azúcar, gomitas, galletas, pasteles, shampoo, contenedores de plástico y tinte para cabello; jugando y comunicando su mensaje visual con diferentes figuras retóricas como la alegoría y la ironía.

Su arte fotográfico posee una detallada composición y es muy su estilo utilizar materiales como estambre y hacer objetos del mismo como bombas de una forma paradójica. Aquí nace otra serie de 6 fotografías titulada Killing time, en la cual se aprecian niños y niñas que dejan de hacer sus actividades como jugar béisbol o tener un picnic familiar junto al lago para observar a lo lejos una explosión nuclear. Se desarrollan dos obras dentro de esta serie fotográfica basándose en el nombre que le dieron a la bomba nuclear que exploto en la ciudad de Hiroshima, Japón, durante la Segunda Guerra Mundial. En una de ellas muestra solo cuatro niños y un perro viendo al horizonte la explosión, ésta es la versión Little Boy y la segunda obra es lo mismo, pero son tres niñas jugando a las muñecas y haciendo una fiesta de té, titulándose Little Girl. Una vez más transmite un mensaje sarcástico e irónico burlándose de los estereotipos marcados por nuestra sociedad.

Daniela Edburgo siempre incluye una narrativa excepcional la cual la ha tenido desde que era pequeña, pero ahora las historias que crea son escritas por luz. Sus piezas forman parte de importantes colecciones como el Museo de Bellas Artes de Boston, el Museo de Arte de las Américas en Washington, DC, el Museo de Arte Latinoamericano de California, así como el Museo Astrup Fearnley en Oslo, Noruega, y el Museo del Quai Branly en París, Francia.

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Leto Gómez

Transmito conocimiento de como los grandes fotógrafos y corrientes percibían el mundo, a través de una imagen pintada con luz.

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