“EL LOBO ESTEPARIO” de HERMANN HESSE

Por Mariana Cuevas:

El existencialismo es un tema sumamente recurrente dentro de diferentes ramas, tales como la filosofía, psicología o la literatura en general, y una obra que destaca en torno al tema es El lobo estepario, autobiografía con elementos de ficción, publicada por el escritor suizo-alemán Hermann Hesse en 1927, con el título original en alemán de Der Steppenwolf.

Ésta comienza de una manera sencilla explicando uno de los más importantes argumentos del escrito: la inconformidad del protagonista con el entorno que lo rodea a diario y la crítica a la mediocridad de los demás dentro de la vida cotidiana que tanto le incomoda, todo esto durante el año de 1920, período de crisis que vivió a los 50 años.

En su libro explica el concepto de lobo estepario, refiriéndose a un individuo incapaz de adaptarse a su ambiente, ya sea por decisión propia o no, que prefiere recurrir a la soledad en donde encuentra cierta paz consigo mismo, alegando que parte de su naturaleza es animal, como la de un lobo, remarcando que es una especie solitaria.

Mientras la narración continúa, se le agregan elementos fantásticos que atraen y motivan al protagonista para que no deserte de su trayecto de vida y, al mismo tiempo, nos permiten entender, como lectores, puntos clave de su personalidad. La manera en la que éste interactúa con el entorno parece determinar por completo el estado de ánimo moderado que mantiene. Muestra también cómo recurre a los hábitos y a las rutinas para perpetuar un sentimiento de comodidad, aunque no cambie y no alcance en sí la felicidad.

Esto nos permite entender cómo, en un principio, dicho personaje no desea salir de su zona de confort, pero al estar en constante evolución a lo largo de la narrativa nos sorprende con sutiles cambios tanto en su forma de sentir y pensar como de actuar. Al mismo tiempo, se destaca por sus constantes y largas descripciones para establecer un bien explicado panorama que denota su gran desprecio por la burguesía, este sistema es de su desagrado debido a la superficialidad que conlleva, y el autor aclara que la felicidad recae en la simpleza de la vida, en disfrutar las cosas pequeñas (evitando a toda costa el hedonismo), a las que muchos se terminan acostumbrando y por tanto dejan de apreciar.

Por último, se plasma en el escrito cómo el autor siempre ha lidiado con depresión y este rasgo determina de qué manera afronta las cosas y la forma en que llega a interactuar con las personas, pues esto le deja un enorme vacío. También resalta que, como lobo estepario, siempre es leal a sus pensamientos y valores, aunque la sociedad lo cuestione continuamente, sin mencionar el hecho de que no importa qué tanto controles los factores externos, el cambio es inevitable, siempre continuo y no exenta a nada ni nadie.

Si te gustó, ¡Espero nos puedas compartir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *