Lord Snowdon, Antony Armstrong Jones
Por Leto Gómez:
Como fotógrafo estás acostumbrado a conocer, trabajar o desenvolverte en cualquier tipo de círculo social. Tony Armstrong es conocido no sólo por su gran y controversial trabajo fotográfico, sino por la gran cercanía que tuvo con la familia real de Inglaterra: fue exesposo de la difunta princesa Margarita. Cuando se conocieron le concedió una sesión fotográfica, pero tuvo una condición, la cual era que Tony tuviera el control absoluto de la dirección de dichas fotografías, dejando aún lado los protocolos reales. El resultado fue una imagen controversial y vista por toda Inglaterra.
El retrato de la princesa Margarita, a primera vista, se observa que fue tomada en primer plano, con una luz lateral, creando altos contrastes y enseñado sus hombros, la cual simuló cierta desnudez, que como espectador de esa época era un tanto atrevido y más como figura pública perteneciente de la realeza; pero lo que no vieron los habitantes de esa época y la misma familia real, guiándose más por cierto morbo, fue que ese retrato da a conocer no sólo la belleza de la princesa, sino su carácter y esencia. Ese es el estilo de Tony, transmite y captura a través de la fotografía la belleza de las personas sin que se den cuenta y de forma natural.
A lo largo de su vida fotográfica, además de retratar a la realeza, también documentó la vida de los ciudadanos tanto Británicos como de otros países, enfermos mentales y grandes figuras del ballet y teatro. En esta fotografía apreciamos la gran figura de la artista y un perfecto manejo de luces laterales que denota cierto volumen, un contraste pulcro que da un toque de dramatismo, el cual complementa la acción de la joven bailarina y a la vez resalta la textura del mismo vestuario. Todo esos detalles construye una imagen completa y magnifica.
En lo personal, lo considero un fotógrafo adelantando a su época. Tiene esa química y adaptación con los diferentes personajes que se han parado frente a su cámara. No por nada artistas como David Bowie y Salvador Dalí lo buscaron por su trabajo y estilo fotográfico. Se adentró en el mundo del cine, haciendo en 1968 su primer documental, Don’t Count the Candles, sobre el tema del envejecimiento para la estación de televisión estadounidense CBS. Ganó siete premios, incluyendo dos Emmy. Entre otras obras que lo destacan están Love of a kind, sobre los británicos y los animales, y Born to be small. Desarrolló una reconocida carrera en la fotografía y algunos de sus retratos se encuentran en la colección de la National Portrait Gallery.